martes, 4 de junio de 2019

ALBERTO FERNANDEZ Y UN ARCHIVO DE “CLARIN” DEL AÑO 2000




Dos informantes de la Agencia Informativa “Ciriaco Cuitiño” se juntaron en la mesa más recóndita para charlar sobre el quehacer político mientras, durante aquella tarde lluviosa de otoño, saboreaban un capuchino con tostadas, algún licorillo para calentar el garguero y ver la vida pasar en medio de una patria abatida, mustia, líquida.

            -Sabe, camarada, me gustan los vivos tonos verdes del local, es esperanzador…
            -Sí, pero ¿usted me lo dice por nuestra patria? Porque yo veo todo ennegrecido, y con un gran signo de interrogación en el fondo.
            -Antes de meternos en tema, déjeme decirle que el bar Macus es una propuesta interesante para la merienda reparadora, y para quienes aceptamos escaparnos a los ojos inquisidores del fisgón, que suele aparecerse en el microcentro porteño, venirse a un barrio como Villa Urquiza es una distancia saludable… Falta que al barrio lo denominen “Villa Rosas”, como oí una vuelta durante un rebrote de revisionismo.
            -Jajaja. Permítame la carcajada, camarada, pero si borraron la efigie del Restaurador de un billete me parece muy lejano el hecho de ponerle a un barrio con su nombre. Y todavía falta una calle. En fin.
            -Tiene usted razón, pero la esperanza nunca se ha de perder. Déjeme decirle que Villa Urquiza es un barrio muy tranquilo, tiene bonitas residencias, podría ser una buena opción para vivir tranquilamente.

Colegiales de instituciones privadas piden gaseosas, van y vienen, corren, se refugian de las gotas y miran algún video gracioso desde sus teléfonos móviles. Jolgorio al mejor estilo Juvenilia, de Miguel Cané, aunque ya sin quintas ni señoritas con madres que evitaban la estadía furtiva en el zaguán. Continuó hablando el agente de “La Ciriaco Cuitiño”…

            -Habrá oído que Alberto Fernández es el nuevo comodín de lo que ha quedado del justicialismo residual, transformado por obra y gracia de la ex presidente Cristina Fernández Wilhelm en “salvador de la patria” y demás cargos… E incluso, hemos visto una imagen de cuando era activísimo militante del funcionario del Proceso de Reorganización Nacional, Domingo Felipe Cavallo…
            -Sí, claro. Y déjeme interrumpirlo, camarada, pero pocos se acuerdan de cuando manejó fondos del cartel del narcotráfico mexicano cuando fue jefe de Campaña de Eduardo Duhalde y Ramón “Palito” Ortega en 1999, o cuando fue funcionario de Carlos Menem…
            -Exacto, con el riojano se llenó de guita con las aseguradoras, y el archivo no me deja mentir, pero apostaba a la libertad de mercado.
            -¡¡Ah, qué delicia de “peronista” el Alberto!!... ¿Qué trajo hoy, mientras seguimos observando las paredes verdes de Macus Bar, estimado?

De repente, sale a la luz un archivo molesto, preocupante, esos que el común de la gente ya ni recuerda pero que…la Agencia Informativa “Ciriaco Cuitiño” siempre tiene bajo la manga.

            -No se vaya a empachar con el tostado de jamón y queso, camarada, pero vea esta ‘perlita’. Es de una Solicitada del odiadísimo –desde el año 2006 para acá- Diario Clarín del 5 de mayo de 2000, donde el Partido Encuentro por la Ciudad, de "Mingo" Cavallo sale a la palestra a disputar algunos carguitos…

            Si usted se fija bien, adherían a la fuerza política de Cavallo dirigentes tales como el gremialista Víctor Santa María, Julián Licastro, el ‘Opus Dei’ Gustavo Béliz, Dieguito Santilli y…Alberto Fernández, el compañero de fórmula de Cristina Kirchner.

            -Ah, pero no puedo creer lo que dice en uno de los puntos de la Solicitada!!! Que este partido liberal, infiltrado en el peronismo de Capital Federal, REUNE CANDIDATOS CON EXPERIENCIA E IDONEIDAD FALTANTES!!!!

            Y antes de que, con algo de realismo y otro tanto de tragicomedia, uno de los nuestros pida la cuenta con el típico “¡Cerrame la cinco!”, ambos agentes de “La Ciriaco Cuitiño” se juramentaron en dar a conocer este archivo de cara a lo que vendrá, una nueva mueca de la democracia partidocrática liberal que enseña, fría y cínicamente, que vence y accede a los cargos el que más guita e influencias tiene.

            Se abatían los nubarrones y sus embrujos crespusculares sobre la barriada porteña de Villa Urquiza. El otoño estaba a sus anchas y, antes de agarrarse un resfrío innecesario, los agentes se saludaron, se desearon buena suerte y, hasta que el tiempo y el pueblo se los reclame, quedaron en volver a verse, en algún punto de la urbe, para volver a correr el velo de la mentira, el escarnio y el relativismo.


Clandestinidad de los Libres, Lejos del Gran Hermano
Santa María y Puerto de los Buenos Ayres, Confederación Argentina
Junio del Año de Nuestro Señor Jesucristo 2019.