lunes, 22 de julio de 2013

EL FUTBOL POLITIZADO, LARGO HISTORIAL DE UN AQUELARRE ASCENDENTE

Fútbol politizado. Encuentro de la Selección Nacional, que al salir al campo de juegos desplegó una bandera partidaria-ideológica, el 25 de mayo de 2010.


El término hincha ha quedado definitivamente sepultado en los últimos 10 o 15 años, a fuerza de política, desfalcos y negociados. Comprendido aquél como “un ser esencialmente puro, cuyo único interés en lo deportivo radica en ver triunfar a su equipo” [1], en el presente nos encontramos con el más terrible de barra brava emparentado al bajo mundo de la mala política,obteniendo, al fin de cuentas, el aberrante resultado del fútbol politizado.

                Un maestro analítico de este deporte como Dante Panzeri, afirmaba que la grandeza del fútbol se debía a que éste era el resultante de una dinámica impensada, en el cual emanaba de los botines del crack la habilidad más fantástica, la gambeta más extraordinaria o la concreción del gol más inverosímil, todo producto de una mente exquisita mezclada con alma de potrero. A él, de hecho, le gustaba más el fútbol jugado en el baldío al fútbol industrial que hoy está a la orden del día. Concretamente, el fútbol era halagado como deporte y no por las particularidad es de tal o cual hinchada, que estaban en un segundo plano, por cierto. Además, y como afirmaba Juan Perón, todo deporte demanda una cuota de sacrificio, virtud necesaria e indispensable para alcanzar el triunfo o la buena predisposición en la honesta competencia. Todo ello, hoy se dejó a un lado.

                Al correr de los almanaques y las frustraciones cotidianas, el hincha –que antaño saludaba a la parcialidad contraria con pañuelos blancos cuando su propio equipo era derrotado- comenzó a depositar en el fútbol sus penurias socio-económicas, lo que generó un fenomenal y monstruoso caldo de cultivo para la violencia que ahora se ve en las canchas. La belleza de esa dinámica impensada dejó de ser enaltecida, y el campo de juego pasó a convertirse en la escena de morbo alimentado por los medios de comunicación, e incluso para abrirle camino a los oportunistas de la política que, en su afán de amasar y controlar mayores sumas de dinero, hacen su entrada triunfal en un espacio mera y exclusivamente deportivo.

                No existe una fecha determinante para señalar el ocaso del fútbol argentino, pero sí se puede establecer que desde el año 1986 a esta parte, la Selección Nacional ya no figura siquiera entre las cinco principales posiciones de los campeonatos mundiales de ese deporte. Detrás del éxito o fracaso deportivo siempre hay buenos o malos dirigentes, y hagamos notar, por lo tanto, quiénes son los personajes que se encumbran desde tiempo inmemorial –año 1979- en los máximos escalafones de la AFA (Asociación del Fútbol Argentino) para certificar la defunción del criollo balompié.

INTRODUCCION DE LA POLITICA

                Sonará risible, pero desde que le fue quitada la personalidad a nuestro fútbol, éste adoptó comportamientos similares a la británica división internacional del trabajo. De las zonas humildes siempre emergieron jugadores de grandes cualidades, que, vistos por viejos descubridores de talentos, fueron llevados a los clubes para ser probados. Unos no quedaron, y otros tuvieron mejor suerte, y así llegaron a la primera división de esos equipos.

                En el fútbol criollo de antaño,ese muchacho humilde debutaba en nuestro fútbol y moría en él, dándole una imagen de envidia a los demás países y llenando páginas de gloria a los seleccionados de entonces. Por si hace falta decirlo, desde 1993 que tampoco nuestro seleccionado obtiene una Copa América. El ‘imperialismo deportivo’ socavó nuestro viejo orgullo, sucediendo que hoy los muchachos humildes son robados por los nefastos intermediarios –muchos de los cuales, tienen ligazón con dirigentes políticos- y, antes de que den sus primeros pasos en los estadios locales, ya son estrujados o explotados en el fútbol extranjero, cual virgen materia prima. Cuando regresan, ya como producto envilecido, nada tienen para aportar a nuestro fútbol local. Triunfan en el exterior y fracasan en el terruño porque de allá vienen rotos.

Fútbol politizado. Bandera con el rostro de Néstor Kirchner en "La 12".


                La mala política, o sea, aquella que no ve en dicha ciencia un aporte comunitario sino un fin de lucro y avaricia personal, es la que mató a nuestro fútbol que hoy yace desnaturalizado, pues no es visto como un deporte sino como un novedoso y macabro campo de batalla en la que lidian las frustraciones personales, la ambición desmedida y la negociación del político ruin.

                Entre el barra brava (la tropa) y el dirigente político media el jefe o capo de la barra brava; éste es el que hace los arreglos pertinentes para utilizar a la tropa como relleno en y de actos políticos o para definir un acto electoralista. A cambio, el jefe y la tropa reciben favores de diversa índole, siempre traducidos en dinero, drogas, status, automóviles…y armas. La impunidad de ese poder genera ‘internas’ que siempre se arreglan a los tiros, con los resultados consabidos. ¿Dónde quedaron los hinchas? En el esquema, no están y tampoco son tenidos en cuenta. Como sigan ocurriendo los hechos de violencia en el fútbol, cada vez menos hinchas vamos a encontrar en las tribunas, y el deporte se transformará, entonces, en un antro lleno de nauseabundas personalidades y truculentas estafas. Y hasta será irreconocible el adversario dentro del fútbol, desde que los negocios de la mala política han fomentado la matanza de personas que siguen al mismo equipo.

ALGUNOS NOMBRES DE POLITICOS

                Cuando emergen las crónicas policiales de enfrentamientos entre hinchadas, mágicamente se silencian los nombres y apellidos de los máximos responsables, esto es, la de los apañadores de tantos delincuentes que pudrieron el fútbol. Repasemos un poco algunos nombres de políticos que contribuyen al inútil derramamiento de sangre en tan bello y mutilado deporte.

                En el Club Atlético Boca Juniors siempre merodeó la figura siniestra de Enrique“Coti”  Nosiglia, ex jefe de la Coordinadora alfonsinista y hombre ligado a la masonería. Este Nosiglia apañó durante muchos años a un delincuente de nombre Santiago Horacio Lancry, barra brava que luego de que José “El Abuelo” Barritta cayera detenido en 1994, intentó hacerse con la jefatura de “La 12” mediante la apoyatura de Nosiglia.

                Ya desde 1994, Lancry –que se presentaba como líder de la facción “Los Porongas”- rivalizó con otros congéneres suyos, los hermanos Rafael y Fernando Di Zeo, a la sazón,líderes de la facción “Los Patrulleros”. El fútbol politizado extiende sus ramificaciones en el club de la Rivera, si tenemos en cuenta que Rafael Di Zeo ha jugado a varias puntas con dirigentes del PRO, del FREPASO-UCR y, cual camaleón oportunista, del Frente para la Victoria kirchnerista.

                Rafael Di Zeo en el año 1999 recibió el encargo del masón y ex Ministro del Interior Enrique “Coti” Nosiglia para que organizara un acto proselitista de la ALIANZA (FREPASO-UCR) en la ciudad de Rosario, Santa Fe. Años más tarde, siendo Mauricio Macri jefe del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Di Zeo figuraba como empleado suyo en la Dirección de Alumbrado Público de la Ciudad, Ficha 33.928, con un sueldo de $ 770.-, lo que en el año 2007-2008 era un buen sueldo. Tras una investigación del juez Mariano Bergés, y por presiones, Rafael Di Zeo fugó de su departamento cuando lo fueron a arrestar.Tras permanecer 1 mes prófugo, y ante la enorme cantidad de días en que no fue a “trabajar”, quedó cesante del cargo que impunemente ocupaba en la Dirección de Alumbrado Público porteño.

                El kirchnerismo tampoco se quedó atrás en la utilización política de Rafael Di Zeo. Tal es así, que a fines de 2010 y comienzos del 2011 forma parte de una agrupación política llamada “La Kirchner”, la cual estaba apadrinada por Rudy Ulloa Igor, el ex chofer de Néstor Carlos Kirchner luego devenido en empresario de los medios. Su ladero en “La Kirchner” era Carlos Zannini, eterno secretario Legal y Técnico del kirchnerismo. Por último, en la localidad quilmeña de Francisco Solano, Rafael Di Zeo fue visto en un acto preelectoral organizado por la Juventud Peronista Bonaerense junto a Marcelo Mallo, otro barra brava como él que fue puesto por el kirchnerismo al frente de la agrupación HUA (Hinchadas Unidas Argentinas).

Fútbol politizado. Foto del 1º de agosto de 2010, cuando el entonces Jefe de Gabinetes de la Nación, Aníbal Fernández, asumió como Vicepresidente del Club Atlético Quilmes.


                Otro involucrado en la desnaturalización del fútbol ha sido Aníbal Domingo Fernández, ex Intendente duhaldista de Quilmes y luego funcionario de las administraciones de Néstor Kirchner y Cristina Fernández Wilhelm. Es recordada su última medida antes de dejar la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación, el lunes 12 de diciembre de 2011, cuando “por la decisión administrativa 1348/2011 aumentó en 225.000.000 de pesos anuales el pago que el Gobierno kirchnerista le hará a la AFA por la transmisión del programa “Fútbol para Todos”” [2].

                A su vez, Aníbal Fernández fue electo Vicepresidente del CAQ (Club Atlético Quilmes, de fútbol) en las elecciones del 1º de agosto de 2010, cuando compartió fórmula con un delincuente de renombre por esos lares: Luis José Meiszner, quien por esos días expresó: “Yo no veo mal que la política y el fútbol estén vinculados”… Con la intención de continuar pudriendo a nuestros deportes, el delincuente Aníbal Fernández –hoy senador por el Frente para la Victoria- se presentó como candidato a Presidente de la CAH (Confederación Argentina de Hockey), investidura que obtuvo el 27 de abril de 2013.

                Para no aburrir al lector, dado que el tema tiene muchas aristas y ejemplos más, referimos por último que el programa oficial “Fútbol para Todos” significa, lejos de un beneficio para el simpatizante de esta disciplina deportiva, un agujero negro por el que se van ingentes cantidades de dinero provenientes de los aportes de la población. Cifras que surgen hasta agosto del año 2011, hablan de un costo equivalente a los U$S 340.000.000 para poder ver “gratuitamente” los partidos de la Primera A y del Nacional B… Una porción de ese dinero (300.000.000 pesos) se fue en concepto de Producción y Transmisiones Televisivas, y dado“que casi toda la publicidad del fútbol por TV es oficial –propaganda kirchnerista-, el subsidio implícito en este mecanismo aumenta directamente el gasto público y se financia con impuestos o con inflación” [3].

                Con acierto, leemos por ahí: “Muchas veces esta columna ha señalado la necesidad imperiosa de liberar al fútbol del flagelo de la violencia, verdadero cáncer social que aleja a las personas pacíficas de los estadios y emponzoña la atmósfera en que se desenvuelve el más popular de los deportes. Pero no será posible si quienes perturban el orden y hacen posible la convivencia civilizada en las tribunas son virtualmente subsidiados por los propios dirigentes de los clubes, que desnaturalizan, así, la misión institucional que se les ha confiado” [4].  

                Punto entonces.


Por Un Federal Neto del 20


[1] “Manual del Hincha”, de Bernabé Cicuta y Rolo Euscadi, Valletta Ediciones, 1997, página 34.
[2] Archivo de la Agencia Informativa “Ciriaco Cutiño”.
[3] Ibídem.
[4] Diario “La Nación”, artículo Barras Bravas Subsidiados, 22 de octubre de 1996.