viernes, 24 de septiembre de 2010

ASESINATO DE JOSE RUCCI Y UN DISCURSO ORTODOXO DE JUAN DOMINGO PERON


Un día como hoy la delincuencia subversiva marxista infiltrada en el Movimiento Nacional Justicialista asesinaba a balazos al secretario general de la CGT (Confederación General del Trabajo), José Ignacio Rucci. Con su muerte, el talón de Aquiles del último Perón quedaba desecho, evitando así la consolidación de la Argentina Potencia que había quedado trunca, con sus potencialidades a flor de piel, desde septiembre de 1955.

A partir del 25 de septiembre de 1973 -fecha del crimen-, la desestabilización será el verdadero caldo de cultivo para el accionar impune de las fuerzas de la sinarquía internacional en el suelo de la patria. El paso previo para la instauración de un nuevo golpe de Estado liberal que, digitado desde el exterior, hundió todavía más el anhelo y la reconstrucción de la Argentina federal, justa, libre y soberana.

El 1° de octubre de 1973, Juan Perón dio un discurso que por años casi no vio la luz, porque en el mismo hacía una condena explícita y cruda tanto contra el liberalismo como contra el marxismo. Era su primera alocución luego del asesinato de su hombre de confianza, José Ignacio Rucci. Con las palabras que transcribimos a continuación, Juan Perón remarcaba su Tercera Posición frente a los imperialismos de turno. Ni yanquis, ni marxistas:

“A diferencia de lo que muchos han creído, para mí el problema argentino es eminentemente político. Es precisamente por la permanencia en la inestabilidad política, por lo que se han acumulado los problemas que han venido preocupándonos en los demás órdenes, ya sean económicos, sociales, culturales, etcétera.

“El asesinato del secretario de la Confederación General del Trabajo no es sino la culminación de una descomposición política, que los hechos han venido acumulando a lo largo de una enconada lucha, que influyó sobre algunos sectores de nuestra juventud, quizá en momentos justificada, pero que hoy amenaza con tomar caminos que divergen totalmente de los intereses esenciales de la República por los cuales nosotros hemos de luchar a la altura de la responsabilidad que tenemos.

“No es secreto para nadie que en el campo político convergen situaciones internas y aún foráneas, que alimentan permanentemente las descomposiciones parciales de sectores que vienen amenazando al propio Estado, después de intentar en gran medida la descomposición del hombre argentino. Yo creo que tales tendencias, especialmente foráneas, son las que han provocado la mayoría de los problemas que nosotros debemos compulsar en la actualidad.

“Es indudable que el imperialismo capitalista como el imperialismo marxista, tienen tendidas sus líneas, no sólo en la República Argentina, sino en todos los países del mundo. Es que el peligro acuciante de una tierra desolada hace que cada uno de ellos lance sus miradas codiciosas sobre las grandes reservas que hoy subsisten en esta tierra.

“El problema de la comida y de la materia prima, impulsa ya a los superdesarrollazos a lanzarse a la conquista de las carencias futuras, y eso es precisamente de lo que nosotros tenemos obligación de defendernos desde ya, porque si dejamos que el tiempo pase, tendremos después que resignarnos a una desgracia, que indudablemente nos llegará a su turno.

“Tanto el imperialismo capitalista, como el imperialismo marxista –que a pesar de lo que muchos dicen existe también-, se sienten todos los días en todos los países de la tierra; unos pretendiendo entrar por una penetración económica y otros pretendiendo hacerlo por una penetración ideológica que, en ambos casos, resultará al final una ocupación política o una ocupación militar, como ya hemos presenciado en muchas partes del mundo.

“Son esas fuerzas las que han creado los signos de la ultraderecha y de la ultraizquierda. Una, de la cual nosotros hemos sentido –durante estos últimos años especialmente- la influencia en nuestra política, en nuestra economía, y en el estado social deficiente en que encontramos el país. La otra, que comienza a aparecer bajo una nueva faz, “la guerrilla”. A ambas yo las conozco, como he dicho otras veces, desde que eran naranjos, como el cuento del cura con el crucifijo.

“Tanto la ultraderecha, como la ultraizquierda, suelen estar juntas y a veces aliadas. Lo hemos visto en el terreno de la política internacional; Yalta, al terminar la guerra, es un ejemplo de ello, y Potsdam, cristalizando tratados que hicieron posible la ocupación de Santo Domingo con cuarenta mil marines, con el “OK” de los rusos; así como la ocupación de Checoslovaquia con las fuerzas del Pacto de Varsovia, con el “OK” de los yanquis.

“Y eso que se ve en el campo internacional, se reproduce en las luchas internas de los distintos países sometidos a la influencia de tales excrecencias ideológicas.

“Tenemos nosotros que enfrentar ese problema, porque es previo a poder encarar la reconstrucción. Todas las fuerzas políticas argentinas, sin excepción, nos han hablado de una liberación que nosotros compartimos, pero desgraciadamente, no todos han dicho de qué liberación se trata y cuál es el orden de la dependencia que es necesario suprimir.

“Para nosotros los justicialistas, tanto uno como otro de los imperialismos son ajenas a toda nuestra concepción ideológica. Nosotros pensamos en un mundo nuevo, donde han de resolverse los problemas mediante una universalización, que permita a la Tierra seguir subsistiendo ante el grave peligro a que está sometida. Pero queremos que esa universalización no sea ordenada por los imperialismos, ni realizada por ellos, porque entonces sabemos, a favor de quiénes se hará y quiénes sufrirán las consecuencias de lo que se haya hecho.

“El problema argentino, no es solamente argentino; es el problema del mundo, y ningún país escapa a él.

“Todos estamos bajo una amenaza común y todos tenemos enemigos comunes, las manifestaciones que aquí se producen las tenemos que vencer nosotros. Si no lo hacemos, no estaremos a la altura de nuestra responsabilidad.
“Hemos demostrado ser hombres que no tenemos prejuicios ideológicos sobre ningún país ni sobre ninguna tendencia. Pero también tenemos una convicción simple sobre las conveniencias de nuestro país, las que hemos de tratar de imponer por todos los medios, convencidos de que ese es el único destino en cuya defensa está puesta toda nuestra responsabilidad”.


(Discurso pronunciado por el teniente general Juan Domingo Perón en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, ante gobernadores provinciales, 1° de octubre de 1973)

lunes, 13 de septiembre de 2010

PUERTO MADERO, VICIOS GLOBALIZADOS DE ULTIMA GENERACION (PARTE I)


Montaje que muestra algunas reuniones que mantuvo el delincuente Néstor Carlos Kirchner en sus espaciosas oficinas del Edificio Costero de Puerto Madero, el barrio surgido en plena época menemista. Son imágenes de 2008. En una se lo ve junto al maleable Antonio Cafiero, y en otra se aprecia en el Hall del edificio a varios de los delincuentes subversivos que, enrolados en grupos piqueteros, fueron a reunirse con el ex presidente por febrero de 2008.

“En ninguna parte más que en Argentina, se han visto claros los resultados de las transformaciones democráticas y económicas producidas por las políticas de libre mercado, las cuales funcionaron aquí porque hubo voluntad y coraje para llevarlas adelante”.

(George Bush padre, Acto de Clausura de la 10° Convención Anual de Bancos Privados, fines de agosto de 1994)

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El barrio Puerto Madero de la ciudad de Buenos Aires es relativamente nuevo. Es, para ser precisos en el decir, un hijo de la globalización forzosa y denigrante a que nos introdujo Carlos Saúl Menem en los albores de su primera presidencia. Así, cuando todo estuvo dispuesto para su inauguración (reinauguración, en verdad, puesto que antes era el viejo puerto de la metrópolis), se sabía que iba a estar destinado como la cara visible de una Argentina “de avanzada”, tecnócrata, mundializada, liberalizada. Era el nuevo orden mundial instalado en la nomenclatura del puerto.

No hacía falta ser un genio para suponer que en Puerto Madero los mejores lugares estarían reservados de antemano para las empresas multinacionales que, deseosas de expandir sus negocios en estos lados, emplazarían monumentales edificios mandados a construir por los arquitectos más codiciados del mundo. Tantos beneficios inmobiliarios dedicados a la seguridad inversionista de los extranjeros, perjudicaba y echaba un manto de silencio y olvido por sobre las firmas nacionales que iban muriendo de a poco. Por eso hoy, al caminar o transitar las calles de Puerto Madero, vemos que sus costosísimos terrenos están ocupados en su mayoría por las empresas que destruyeron y desplazaron a las nuestras.

Ahora bien, si lo anterior hace referencia a un aspecto meramente económico, donde lo foráneo se alza con un triunfo apabullante, también hay que decir lo mismo en el aspecto lingüístico. Persisten en los locales y tiendas del lugar, de modo inalterable, numerosas palabras en inglés, francés, italiano o alemán. Aunque no se manifieste, implícitamente queda ‘mal’ introducir léxicos en español, es decir en nuestra propia lengua, haciéndole el juego, una vez más, a la perversa manifestación sarmientina de “civilización o barbarie”. De modo que en lo financiero y en lo gutural, el extranjero vence con comodidad en el flamante barrio de Puerto Madero. Aquí no existe otra fórmula de éxito que la de ser extranjero en tierra propia.


RENTA DESAFORADA DE TINTE ULTRALIBERAL

Hay una tendencia monstruosa en los rascacielos de Puerto Madero, un principio de altanería arquitectónica que pretende competir, y vencer, a la Buenos Aires antigua y pública.

La nueva frontera imaginaria de la Capital Federal es la avenida Alicia Moreau de Justo. Antes de cruzarla para adentrarse en los diques reciclados, hay “otra” Buenos Aires, aquella en la que predominan los edificios de comienzos del siglo XX, y que sirven para albergar oficinas de organismos estatales: Estado Mayor del Ejército, la CGT (Confederación General del Trabajo), la Casa de Gobierno, el ex Correo Central, la Prefectura Naval (Edificio ‘Guardacostas’), la Aduana, etc., etc.

En cambio, cuando cruzamos Alicia Moreau de Justo en dirección al Río de la Plata, ahí está la Buenos Aires de “los que vencieron”, la que tanto auspiciaba George Bush padre y que levantó, merced al hambre y la entrega, el traidor Carlos Saúl Menem, consolidada, claro está, por las sucesivas administraciones que le siguieron a partir de 1999. Se diferencia de la anterior en que sus edificios ya no pertenecen a organismos estatales sino a empresas privadas multinacionales. También hay torres con viviendas, algo que tampoco prevalece en la Buenos Aires allende la avenida Alicia Moreau de Justo (yendo hacia el oeste).

Podemos afirmar que la arquitectura del exclusivo barrio Puerto Madero lleva en sí misma las características del modelo económico ultraliberal. Tomemos, por ejemplo, dos características del nuevo paradigma que emerge a partir de la crisis del petróleo en 1973.

Por un lado, entre ese año y 1980 se nota en las edificaciones de Buenos Aires la influencia de los grandes centros financieros internacionales, los cuales presentan torres con alturas desmedidas que sirven únicamente para lograr una mayor renta sobre la tierra, pues, a mayor cantidad de departamentos en menor espacio, mayores ganancias para los propietarios. De este modo, nadie puede negar la inmensidad de los nuevos edificios que se construyeron desde 1995 a 2010, época del máximo apogeo edilicio de Puerto Madero.

Puerto Madero en 1989, antes de que sea reciclado por los vientos neoliberales menemistas. En la otra columna, Puerto Madero versión siglo XXI. Menem lo hizo, el kirchnerismo lo habita y lo disfruta.

Por otro lado, diremos que desde 1980 al 2000 se produce, por el liberal Proceso de Reorganización Nacional y por el menemato, una fenomenal concentración de la riqueza en pocas manos, quizás como nunca se dio en la Argentina, todo lo cual produjo “la aparición de islas urbanas, con seguridad privada, servicios comunes, individualización, simplicidad geométrica, [y] rapidez en la resolución constructiva”, señala el periódico “La Nación” en su revista en un número especial por el Bicentenario argentino, por mayo de 2010. Nada más acertado para calificar la forma de levantar torres monumentales en Puerto Madero durante los últimos años.

HABITANTES CORRUPTOS, USUREROS Y TRAIDORES

Habitar Puerto Madero resulta una tentación a la hora de expresar jerarquía y status en medio del empobrecimiento generalizado de los habitantes. También puede servir para blanquear parte del dinero que los políticos de turno han robado al pueblo argentino por el vaciamiento del Estado Nacional. Veamos, sino, algunos casos de políticos y empresarios delincuentes que habitan en las soberbias torres de Puerto Madero:

Néstor Carlos Kirchner: tiene por lo menos desde enero de 2008, unas lujosísimas oficinas en el barrio Puerto Madero, Dique 2, edificio Costero, entre las calles Olga Cossettini y Encarnación Ezcurra. El delincuente traidor usa un espacio del barrio que ayudó a levantar el agente internacional Carlos Menem.

Mario Guillermo Montoto: ex secretario privado del delincuente subversivo y doble agente Mario Eduardo Firmenich cuando comandaba la terrorista Organización Montoneros, tiene oficinas en Puerto Madero, Dique 2, edificio Costero, un piso más abajo que el de Néstor Kirchner.

Alberto Ángel Fernández: el antiguo jefe de Campaña de la fórmula presidencial Eduardo Duhalde-Ramón “Palito” Ortega en 1999, y luego jefe de Gabinete kirchnerista hasta el día 23 de julio de 2008, también posee un departamento (¿o piso entero?) en el exclusivo barrio de Puerto Madero. En él comparte sus días con la pro aborto y ‘progresista’ Vilma Ibarra, su actual pareja. Podría tratarse, la propiedad, de la misma que adquirió en 2005, en un edificio situado en Puerto Madero Este, al “módico” precio de 750.000 dólares norteamericanos…

Aníbal Domingo Fernández: este traidor delincuente que en 1991 fugó de la Justicia bonaerense por narcotraficante, mientras se desempeñaba como Intendente de Quilmes, frecuenta desde 2008 el complejo de departamentos Terrazas del Yacht, de Puerto Madero. Este complejo se ubica en la calle Juana Manso 530, Dique 4. El metro cuadrado ronda alrededor de los 1300 dólares.

Amado Boudou: actual Ministro de Economía (septiembre de 2010) de la hebrea y presidente Cristina Fernández Wilhelm de Kirchner. A comienzos de 2010 se sabe que vive con la periodista de C5N (propiedad del ex menemista Daniel Hadad), Agustina Kampfer, en un lujoso departamento de Puerto Madero. Desde allí descansa todos los días mientras la economía nacional empobrece y hambrea al pueblo argentino. Un dato de este burgués que dice formar parte de un gobierno “nacional y popular”: en febrero de 2010 le regaló a su novia una “motito” Harley Davidson de 30.000 dólares… La periodista sufrió un pequeño accidente con la moto por esas fechas cuando salía a pasear por las calles posmodernas de Puerto Madero. ¿La economía del pueblo? Bien, mucho mejor si tocamos los índices del INDEC…

Facundo Miguel De Vido: hijo del traidor delincuente Ministro de Planificación Federal Julio De Vido, vivía por 2008 en un departamento del edificio Terrazas del Dique, de Puerto Madero. Ingresó en la administración pública el 27 de octubre de 2003, en los albores del kirchnerismo, bajo el ala del entonces jefe de Gabinete Alberto Ángel Fernández. Y desde allí, no paro un segundo.

Diego Santilli: hay indicios fuertes de que el Ministro de Ambiente y Espacio Público del empresario liberal Mauricio Macri vive, por agosto de 2010, en un “bulín” de 200 metros cuadrados en Puerto Madero. Tengamos en cuenta que este delincuente traidor estaría pagando algo así como 4.000 dólares norteamericanos el metro cuadrado, solamente. Allí viviría con la periodista Nancy Pazos y sus tres hijos.

Eduardo Elsztain: sionista hebreo especulador que preside IRSA (Inversiones y Representaciones Sociedad Anónima), la principal empresa inmobiliaria no solo de Buenos Aires sino del país entero. Aparece como tesorero del sinárquico Consejo Judío Mundial y hace negocios con su congénere George Schwartz (George Soros). El susodicho Eduardo Elsztain es prácticamente el dueño de gran parte de Puerto Madero –como no podía ser de otro modo bajo las reglas de la democracia liberal y marxista-, contándose entre sus propiedades más deslumbrantes los siguientes complejos edilicios: Laminar Plaza (del barrio Catalinas Norte, limítrofe a Puerto Madero) y Torres de Catalinas (ubicada a medio camino entre Catalinas Nortes, Retiro y Puerto Madero).

Enrique Raúl Albistur: delincuente traidor y Secretario de Medios del kirchnerismo, que en 2007 llegó a expresar que “los periodistas han dejado de ser un intermediario necesario”… Luego de las elecciones legislativas del 28 de junio de 2009, Albistur le alquilaba al ex jefe de Gabinete nacional Alberto Fernández, un departamento que éste tiene en Puerto Madero, por 3508 pesos mensuales. Lo que se dice, una bicoca…

Débora Giorgi: la Ministro de Industria kirchnerista no quiso ser menos en materia de ostentación. Tal es así que junto a su marido, el ex abogado de Torneos y Competencias Javier Ordóñez, se mudaron, por agosto de 2010, a un piso en Puerto Madero. No se privaron de hacer las refacciones necesarias, como por ejemplo cambiar la totalidad de las cortinas del piso en cuestión.

Juan José Mussi: este eterno Intendente de Berazategui, que en sus orígenes era un simple funcionario municipal, en 2010 habita en un muy suntuoso departamento ubicado en el complejo Le Parc, de Puerto Madero, en la llamada Torre del Río. Recuérdese que en 1986 fue involucrado por la Justicia en el vaciamiento del IOMA (Instituto de Obra Médico Asistencial), por facturar análisis clínicos y tratamientos ambulatorios, entre otras cosas, que nunca se realizaron.

Ricardo Jaime: el corruptísimo ex Secretario de Transporte del kirchnerismo, además de tener innumerables propiedades en Brasil, 4 vehículos, 1 Lear Jet 31ª, un yate Altamar 64 y una casa o chalet en el “country” Cuatro Hojas de la localidad de Mendiolaza, Córdoba, también vive en Puerto Madero donde, cada mediodía, asiste al moderno gimnasio del complejo de edificios Terrazas del Dique…

Cristóbal López: santacruceño que empezó siendo cadete en esa provincia y que ahora domina casi todos los establecimientos de juegos de azar del país. Es, por ende, dueño de los barcos del Casino Flotante de Puerto Madero. Por usurero es que sufrió una protesta de sus empleados hace unos años atrás, protesta que fue noticia y que salió en todos los medios del país.

Terrazas del Dique. Aquí vivieron Ricardo Jaime y Facundo Miguel "el pollo" De Vido, hijo del Ministro de Planificación Federal y secuaz kirchnerista Miguel Ángel. El ex secretario de Transporte (Jaime), acudía al espectacular gimnasio del Terrazas del Dique. ¿Con plata de quiénes ambos forajidos pudieron vivir en este complejo "nacional y popular"?...

No sabemos (en verdad sí, pero lo dejamos a su imaginación, lector) cómo hacen todos los delincuentes nombrados anteriormente para adquirir departamentos y, de acuerdo al caso, pisos enteros en los edificios de Puerto Madero, el barrio menemista, más aún si tenemos en cuenta que el metro cuadrado tiene un valor de entre 3000 y 4000 dólares, siendo que unas oficinas no bajan de los 400.000 dólares yanquis.

Fin de la primera parte.