miércoles, 24 de marzo de 2021

EL PARTIDO SOCIALISTA (PS) Y SU APOYO AL GOLPE DE ESTADO DE 1976


H
oy el centenario Partido Socialista (PS) argentino se mofa de ser uno de esos espacios políticos que, ante cada 24 de marzo, se acoge a conmemorar la inventada efeméride del “Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia”. Mezcla esos sentimientos junto a otras entidades que abarcan todo el arco ideológico izquierdista de la democracia liberal, y no pocos otros que se amparan en el ala derechista de la misma. Todos ellos, de alguna u otra manera, desean no quedar sino como “políticamente correctos” en un mundo que quiere que el ser humano, perfectible por naturaleza, sea “perfecto”. Prefiere quedarse en el dudoso molde del consenso a rebelarse en el disenso saludable que define a la personalidad y el compromiso de enserio.

El PS, decíamos, hoy muestra esa tibieza enmascarada que es, por otra parte, la deseada por la democracia instaurada a partir del año 1983, con un obsoleto sistema de Defensa, con instituciones que huelen a putrefacción, con políticos ahogados en una moralina enfermiza y envilecida, con disvalores tomados como valores aceptables, con minorías llevándose puestas a las mayorías populares para disgregar la ecúmene o comunidad nacional de una vez y para siempre.

Sin embargo, y como los archivos no mienten, la actuación del PS durante el siglo XX dice que, en verdad, los socialistas argentinos de la escuela de Juan B. Justo fueron conspicuos acompañantes de los militares de cuño liberal que se ampararon en la ilegalidad para asestar golpes de Estado contra los gobiernos constitucionalistas elegidos por el voto secreto y universal. 

En esta ocasión podemos ver los reportes que los integrantes del PS publicaban desde las páginas de su histórico órgano de prensa “La Vanguardia”, el mismo día en que se hubo de consumar el golpe de Estado del triunviro Videla-Massera-Agosti (24 de marzo de 1976). Allí, los socialistas vomitan su odio hacia el peronismo derrocado dando pleno apoyo a las numerosas taras con que, desde todos los sectores (izquierdistas, oligárquicos y burgueses), han de atribuirle al justicialismo: que es fascista, demagógico, mafioso, tiránico, totalitario, etc., etc.


En la portada de “La Vanguardia” de aquel luctuoso día festejado por los que hoy dicen lamentarlo, el PS titulaba con letras catástrofes: “EN TRES AÑOS TODO SE VINO ABAJO”, y desde el inicio de aquella editorial, leemos lo que para ellos era una premonición que, sin embargo, nada hicieron por evitar: “El vacío de poder ha sido el trágico, PERO NO INESPERADO, final del poder compacto y fuerte que se inició el 25 de mayo de 1973”. Más adelante, escupen: 

“En medio del mayor desorden cayó, atraído por el vacío, un gobierno inepto, corrupto y corruptor, anti-republicano, anti Mayo y anti Constitución histórica. Todos los signos patológicos del gigantismo se dieron en ese informe movimiento político-social y cultural.”

Los del PS parecen celebrar, en vista de los términos empleados, la llegada del golpe militar. Se alegraban de que haya habido un quiebre institucional, porque, como dicen a renglón seguido de forma errónea, Isabel Perón llegó a la presidencia “por herencia dinástica”… Los socialistas, para nada constitucionalistas y plagados de fundadores que se cobijaron en las oscuras logias masónicas, parecieron no tener en cuenta que, a la muerte del Presidente de la Nación le corresponde al Vicepresidente –en ese caso puntual, lo era Isabel Perón- asumir la primera magistratura. Sigamos, no nos detengamos.

El apoyo explícito del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 aparece, justamente, en ese párrafo donde aclaran que Isabel Perón accede “por herencia dinástica”, veámoslo en su totalidad:

“El gobierno de la viuda de Perón, llevada ella al cargo por herencia dinástica, sacó al país de la órbita civil, precipitándolo hacia otro campo gravitacional en el que ahora se moverá durante el tiempo que dure la emergencia SURGIDA COMO UNA SITUACION DE NECESIDAD.” 

¿Lo leyó, no? El golpe de Estado de 1976 promovido por el teniente general Jorge Rafael Videla, el almirante Emilio Eduardo Massera y el brigadier Ramón Agosti, fue “una situación de necesidad”, según los socialistas. Para que usted, lector, pueda leerlo con sus propios ojos, sombreamos dicho párrafo que es el párrafo número 3 de la referida editorial titulada “EN TRES AÑOS TODO SE VINO ABAJO”.

Y de esa necesidad, el PS planteaba una serie de esperanzas puestas en los uniformados golpistas a fin de levantar al país de la “catástrofe peronista”:

“El gobierno de facto (…) por su naturaleza debe sentirse provisorio, por orientación pragmático, reparador del desorden económico-social, por filosofía, promotor del cambio y la transformación, amparador de los derechos humanos, y firme guardián de la seguridad y de las garantías jurídicas…”


¿Se habrá arrepentido algún miserable miembro del PS argentino de esta retahíla de estupideces supinas y execrables? Y pensar que hoy en día, los socialistas argentinos se creen enormes, primerizos defensores de los DD.HH. en nuestro país. Qué risa. Qué tragicómico y qué poca memoria. Este es el vomitivo ejemplo de los socialistas de Juan B. Justo y su pasquín "La Vanguardia".



Por Agencia Informativa “Ciriaco Cuitiño”


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