miércoles, 28 de julio de 2010

EL FUTBOL POLITIZADO TERMINO CON DIEGO MARADONA, UN IDIOTA UTIL

24 de junio de 2010. Diego Armando Maradona, entonces director técnico de la Selección Nacional de fútbol, apoyando a la candidata a diputada nacional Dulce Visconti, del Frente para la Victoria kirchnerista. El 28 de junio estaban las elecciones legislativas nacionales. ¿Alguna duda que Maradona fue puesto al frente de la selección por intereses políticos?

Hay que diferenciar un Maradona del otro. El deportista fue intachable, único, magnífico. El hombre, en cambio, fue sencillamente calamitoso, soberbio, altanero, desagradable. ¿Se pueden separar estas dos facetas de Diego Armando Maradona para hablar de su reciente expulsión en la dirección técnica del Seleccionado Nacional de fútbol? Nosotros creemos que sí, porque una cosa no quita la otra. Se puede perder la dignidad y la trayectoria del deportista con los actos que se realizan en la vida cotidiana.

El exitoso boxeador Carlos Monzón, a quien el pueblo aclamaba por sus hazañas arriba del cuadrilátero, terminó cuestionado cuando asesinó a una ex esposa suya –Alicia Muñiz- en la ciudad de Mar del Plata. Esa imagen perduró hasta el día de su trágica muerte, en un accidente vial donde su auto dio tumbos en el aire, una tarde de 1995. No ocurrió lo mismo con el corredor Juan Manuel Fangio, cinco veces campeón de la Fórmula 1; su vida siempre fue sencilla y humilde, y su nombre respetado en todo el mundo.


ANTROPOCENTRISMO Y UTILIZACION POLITICA


Diego Armando Maradona creyó ser dios. O así se lo inculcó un sistema que, como todos sabemos, tiende a reivindicar un peligroso paganismo que endiosa a las personas y los objetos. Hasta hubo algunos zonzos que, aplicando un antropocentrismo que desplaza a Cristo, le han fundado una “religión”: la “maradoniana”, en la cual celebran “misas” y donde hay “altares” que en lugar de tener imágenes de Dios o de la Santísima Virgen María, tienen las de Maradona, o también la de sus padres, que vienen a ser, en esta herejía, algo así como “Creadores” del dios.

Diego Maradona pensó, desde esa posición de endiosamiento posmodernista a que fue encumbrado, que así como había sido un jugador extraordinario también podía meterse a coquetear, y ser exitoso, en ámbitos donde nunca había pisado. La obtención del Mundial de Fútbol México 1986 lo catapultó a una dimensión donde le estaba todo permitido: Maradona podía ser conductor de televisión, figura de publicidades, actor de cine (“Cuando Maradona conoció a Gardel”), director técnico de fútbol y mequetrefe de políticos y empresarios. Y se le permitieron más cosas: balear periodistas desde las instalaciones de una quinta, decir bravuconadas en conferencias de prensa, insultar al Papa Juan Pablo II y frecuentar el submundo de los estupefacientes, las drogas y las mujeres amorales.

Deshizo su familia (separación con Claudia Villafañe), contradijo sus convicciones una y mil veces, y arrimó y alejó amigos como quiso. Lo que más afectaron su vieja idolatría fueron sus incursiones con las drogas y sus contactos y acercamientos con la política.


Sobre su adicción, no hay mucho para agregar: con los estupefacientes comenzó su debacle futbolística. Ya en 1991, cuando salta el primer doping mientras jugaba en el club Nápoles, la crítica deportiva empezó a mirarlo con otros ojos. Por ese entonces, curiosamente, el astro aparecía en diversas oportunidades junto al agente internacional Carlos Saúl Menem. Cuando Argentina obtiene el subcampeonato en el Mundial de Fútbol Italia 1990, días más tarde, al arribar el plantel a Buenos Aires, Menem invitó a los jugadores a la Casa Rosada para que desde los balcones saluden a la multitud. Diego Maradona estuvo al lado del traidor delincuente de La Rioja. Fue una de las tantas utilizaciones que se hizo de su figura para ambiciones políticas partidarias.

Se tatuó en uno de sus brazos el rostro de Ernesto “Che” Guevara Lynch de la Serna y mostró adoración por el cubano Fidel Castro Ruz, pero no dudó, al tiempo que se proclamaba socialista y hombre de izquierda, en salir en una entrevista desde un helicóptero junto al empresario de los medios y masón Daniel Hadad, quien hasta 2003 era un acérrimo menemista (hoy es funcional al kirchnerismo). Por el año 2001, mientras seguía proclamándose socialista, Maradona visitó al delincuente traidor Carlos Saúl Menem quien, en compañía de su entonces pareja Cecilia Bolocco, se hallaba “arrestado” en una lujosa mansión de Don Torcuato, provincia de Buenos Aires, propiedad del ladrón y ex funcionario menemista Armando Gostanián. Y hasta aceptó ser jugador de Boca entre 1995 y 1997, cuando a la institución la presidía el empresario ultraliberal Mauricio Macri.

Fue muy amigo de Carlos Salvador Bilardo entre 1982 y 1992, pero en junio de 1993, mientras el “Narigón” lo dirigía en el Sevilla de España, al momento de decidir su reemplazo en medio de un partido contra el Burgos, Maradona le dijo: “Hijo de puta y la puta madre que te reparió”. Se vio en vivo y en directo por la televisión, y desde allí se expandió por todo el planeta. En una nota que le hizo la revista “El Gráfico” el 15 de junio de 1993, Diego Maradona volvió a la carga: “No creo que Bilardo sea hombre”. Hay que recordar el momento preciso en que la Selección Argentina clasificó, milagrosamente, al Mundial Sudáfrica 2010. En medio del jolgorio y el griterío, aparecían abrazados Bilardo y Maradona, mientras repetían al unísono: “Ahora que la chupen, ahora que la chupen"…

LOS KIRCHNER, GRONDONA Y LA CANDIDATURA QUE NO FUE

Con un currículum que señalaba sendos fracasos en el desaparecido club Mandiyú de Corrientes y en el Racing Club de Avellaneda, Diego Armando Maradona fue puesto al frente de la Selección argentina de fútbol que, en ese momento, estaba disputando las eliminatorias para disputar el Mundial Sudáfrica 2010. Allí se estaba gestando una jugada política del kirchnerismo.

Julio de 1990: el socialista Diego Maradona y el agente internacional Carlos Saúl Menem salen a los balcones de la Casa Rosada. Fue después del subcampeonato obtenido en el Mundial de Italia 1990. Aparece también el delincuente Antonio Cafiero en la imagen.

El acuerdo quedó sellado cuando, ante las cámaras de televisión, se veía a la hebrea y presidente Cristina Fernández Wilhelm de Kirchner, a Humberto Grondona (presidente vitalicio de la AFA) y a Diego Maradona sonrientes por la nueva designación de este último como técnico de la selección. Todo esto a pesar de la resistencia que, en principio, le tuvo Grondona a Maradona para ese puesto. El tema es que el kirchnerismo no dio puntada sin hilo, veamos por qué.

En primer término, la designación del ex capitán de la selección argentina se hizo efectiva en octubre de 2008, en medio de una profunda crisis acusada por el gobierno nacional luego de su frustrado plan de aplicar retenciones móviles contra los pequeños y medianos agricultores argentinos con la famosa resolución 125 (julio de 2008). Desde entonces, Diego Maradona pasa a ser el hombre elegido para introducir sutilmente la política kirchnerista en el fútbol.

Tal es así que apenas 4 días antes de llevarse a cabo las elecciones para diputados y senadores nacionales del 28 de junio de 2009, Diego Maradona fue uno de los oradores principales en el cierre de campaña del kirchnerismo en el partido de Ezeiza, provincia de Buenos Aires. En dicha oportunidad, el ex jugador salió a apoyar la candidatura de Dulce Visconti, quien se postulaba como diputada nacional en la lista que encabezaba el especulador inmobiliario y subversivo de base Néstor Carlos Kirchner. Encabeza esta nota una foto de ese día, donde, además, Diego Armando Maradona, quien ya era técnico de la selección nacional de fútbol, dijo: “Ezeiza es mi lugar en el mundo y el intendente [kirchnerista] Alejandro Granados y su esposa, Dulce, han hecho mucho por este querido partido, por lo cual el domingo obtendrán un rotundo triunfo en las urnas”.

Otro aporte que hizo Maradona al kirchnerismo corrupto fue cuando se disputó un partido amistoso entre Argentina y Canadá, el 24 de mayo de 2010, en el estadio de River Plate. Cuando salió al campo de juego nuestra selección, los jugadores portaban una bandera que proclamaba y pedía el otorgamiento del Premio Nobel de la Paz para la subversiva marxista Asociación Abuelas de Plaza de Mayo… El circo se completó con el efusivo abrazo que se dieron la forajida recaudadora Estela Barnes de Carlotto y Diego Armando Maradona. Una vergüenza.

Un mes antes, en abril de 2010, se orquestó una fenomenal campaña de prensa que consistió en la permisión para que los alumnos y estudiantes de los colegios puedan ver, en horarios escolares, los partidos que dispute la selección de fútbol en el Mundial Sudáfrica 2010. El comprado Víctor Hugo Morales, salió a decir que esa medida era correcta, y que los partidos debían ser usados “inteligentemente para discutir sobre toda la diversidad cultural que significa el fútbol”.

La pedagogía y estupidización eran perfectas: el técnico, Diego Maradona, estaba con el oficialismo (kirchnerismo), los partidos de fútbol servirían para fines “pedagógicos” y, de paso, si al seleccionado le iba bien, se tapaban varios problemas generados por el gobierno de Cristina Fernández Wilhelm. Y también se hablaba de Maradona candidato (¿Senador? ¿Diputado?) Redondo.


ALEMANIA Y DESPUES…

El 3 de julio de 2010 se desmoronó, de un plumazo, el armado krichnerista para desviar la atención del pueblo argentino de sus problemas reales. Un categórico 0-4 ante Alemania nos marginaba de Sudáfrica 2010 en cuartos de final.

Cerca de 40.000 afiches a todo color con los rostros de Cristina Fernández Wilhelm y Diego Maradona se habían mandado imprimir mientras Argentina avanzaba en el mundial. Más tarde, se descifraba la incógnita cuando un funcionario, de forma anónima, dijo al diario “La Nación” el 4 de julio de 2010, ya eliminada la selección:
“Lo único que había en la agenda era el Mundial. Se terminó la ilusión de un Maradona candidato”. Y otra fuente calificada de la Casa Rosada, agregó: “Se apostó al Mundial [desde el kirchnerismo]; se perdió la iniciativa, y la oposición instaló temas adversos; se deberá resolver una reacción para recuperarnos”.

Fotografía del partido amistoso Argentina vs. Canadá, jugado en Buenos Aires el 24 de mayo de 2010, previo a Sudáfrica 2010. Los jugadores desplegaron una bandera en apoyo a las subversivas terroristas Abuelas de Plaza de Mayo. Estaba vigente la utlización política de Maradona DT.

Otra jugada que deseaba hacer el kirchnerismo traidor era que en medio de la euforia deportiva, se apuraran los trámites para sacar la sodomita Ley de Matrimonio Gay. No por nada, tras la eliminación de Argentina en Sudáfrica, Néstor Kirchner llamó personalmente a varios senadores y gobernadores para obligarlos a que votaran a favor de la sanción de la ley antinatural. La celebración fastuosa del 9 de julio de 2010, Día de la Independencia Política, también apuntó en ese sentido: al perder la selección de Diego Maradona, el gobierno nacional puso todo el empeño para hacer en Tucumán un acto con pompas y platillos, como nunca antes lo había celebrado el matrimonio presidencial desde que accedieron al poder en 2003. Un buen espectáculo, en definitiva, sirve para seguir tapando los errores y las traiciones de un gobierno cretino cuyos funcionarios cada vez son más millonarios. Ah, y Maradona ya no es más candidato a nada.

sábado, 17 de julio de 2010

IDEOLOGIA, PRESUPUESTO Y CORRUPCION DE LAS FF.AA. ARGENTINAS (PARTE II)

Septiembre de 2008. Recién entonces se pusieron los carteles que daban cuenta de la venta del predio donde funcionó la Escuela de Agentes de Inteligencia Militar, en el porteño barrio de Villa Luro, Buenos Aires. Un negociado que apenas salió a la luz.

En nuestra última entrega del día 4 de julio de 2010, habíamos planteado que desde el final del menemismo hasta el presente, las instituciones armadas del país se vieron infectadas por una ola de corrupción generalizada, producto, entre otras cosas, de los dirigentes puestos oportunamente en el irrisorio Ministerio de Defensa luego del ascenso al poder de Néstor Carlos Kirchner en 2003.

Como han sido varios los negociados que salieron a la luz en estos últimos años, referiremos a uno en particular que tomó por sorpresa a una inmensa mayoría, pues, con el devenir de los días y las semanas, empezó a aflorar un nudo impresionante de intereses que iban desde viejos delincuentes del sindicalismo nacional hasta encumbrados funcionarios del ya nombrado Ministerio de Defensa conducido por la ayer delincuente terrorista Nilda Celia Garré.

También habíamos escrito en la nota del 4 de julio último que los ascensos de los oficiales de las tres armas obedecían ya no a la capacidad del uniformado sino a la afinidad ideológica que el mismo posee. A partir del año 2007, aproximadamente, y dentro del Ejército Argentino, tal favoritismo recaló en, al menos, dos generales que devinieron en secuaces kirchneristas dispuestos a infiltrar y romper con la esencia misma de la institución armada. Sus nombres han salido en casi todos lados: hablamos del general de Brigada César Milani, y del general de Brigada Hugo Domingo Bruera. Nosotros desarrollaremos las presentes líneas hablando del primero de los nombrados.


CIERRE DE LA ESCUELA DE AGENTES DE INTELIGENCIA MILITAR

César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani. Así de largo es el nombre de este delincuente traidor que llegó al grado de general de Brigada del Ejército Argentino. Fue designado por la subversiva Nilda Celia Garré como director general de Inteligencia, un puesto clave a la hora de encubrir negocios turbios y para delatar a los ideológicamente díscolos dentro de la fuerza.

Su afinidad con la administración Kirchner-Fernández Wilhelm es notoria: un hermano suyo, Rodolfo Milani, es puntero político y hombre de confianza del diputado nacional kirchnerista Carlos Caserío. ¿Quién fue Caserío? En la década de 1970 anduvo por las filas de la delincuencia subversiva como integrante de la Organización Montoneros. Esto representa, a grandes rasgos, el pasaporte para que hoy César Santos Milani sea la máxima autoridad en el aparato de Inteligencia del Ejército Argentino.

Como el poder lo enloqueció, no tuvo idea más peregrina que incurrir en reiteradas estafas contra el propio ejército, todo lo cual no fue impedido hasta ahora por la señora Garré ni por el séquito de traidores que la secunda en sus aberrantes funciones al frente del Ministerio de Defensa de la Nación.

Entre el 30 de marzo y el 5 de abril de 2010, se supo que César Milani ordenó la venta a precio vil de una serie de inmuebles que, en su momento, habían ido adquiridos con fondos reservados del Ejército Argentino. Los inmuebles se adquirieron mediante la constitución de 3 empresas: en 1965, el ejército creó la firma ORGAFIN S.A.; en 1977, PLANTAUTAR S.A.; y en 1988 MEJABA S.A.

A fines de marzo y comienzos de abril del corriente año, decíamos, Milani dio instrucciones precisas para que los administradores de estas sociedades empresariales vendan cuanto antes las propiedades que tenían. Desde luego, que esta búsqueda de liquidez responde a una suerte de “desaparición de pruebas” en su contra.

Sin embargo, estas estafas del delincuente general de Brigada César Milani parecen ser de antigua data, pues, de buenas a primeras, en agosto/septiembre de 2008 nos encontramos con el cierre repentino de la ex sede de la Escuela de Agentes de Inteligencia Militar, la cual funcionaba en la calle Basualdo 438, barrio de Villa Luro, Capital Federal. Justamente, el lugar que una mañana apareció cerrado y con sendos carteles amarillos de una inmobiliaria, era o pertenecía al área que ya entonces manejaba el general de Brigada Milani: la Inteligencia del Ejército Argentino…


LA INTERNA EN LA INTELIGENCIA CASTRENSE

En verdad, el inmueble donde estaba la Escuela de Agentes de Inteligencia Militar se vendió el 22 de noviembre de 2007, en medio de una poco dilucidada interna que se dio en el sector de Inteligencia del Ejército Argentino. Unos días antes de esa fecha, el director general de Inteligencia era el general de Brigada Osvaldo Montero. Éste era afín al teniente general Roberto Fernando Bendini, un hombre que siempre se supo (y damos fe) de extracción nacionalista-peronista. Montero fue pasado, entonces, a disponibilidad.

El diario “La Nación” del 22 de noviembre de 2007, expresaba que
“según observadores militares, Montero es un general de mucha llegada al jefe de Estado Mayor del Ejército, general Roberto Bendini, hombre que goza de la estima del Presidente [todavía estaba Néstor Kirchner]. “Bendini quedó en situación delicada”, comentó ayer a LA NACION una fuente presidencial. “Y Montero salvó a Garré, que estaba prácticamente afuera [del nuevo gabinete que iba a designar la flamante presidente Cristina Fernández Wilhelm]”, agregó”. Nunca trascendió el verdadero motivo de este cisma en el aparato de inteligencia castrense, aunque, más tarde, se hayan filtrado algunos negociados con propiedades como el que estamos refiriendo acá.

El hecho concreto, y que está demostrado en la imagen que encabeza a esta nota, es que el cartel de venta del predio de la calle Basualdo 438 apareció recién por esos días del mes de agosto y septiembre de 2008, ya ejerciendo la jefatura de Inteligencia del Ejército Argentino el general César Milani.

Otra imagen del predio de la calle Basualdo 438. El desguace del Ejército Argentino tiene apellidos tristemente célebres: Garré, Milani, Montero, Cavalieri, Kirchner...

La venta a precios bajos ordenada por Milani entre marzo y abril de 2010 de los inmuebles comprados con fondos reservados del ejército, también se dio en la desaparecida Escuela de Agentes de Inteligencia Militar. El predio tenía 3.000 metros cuadrados, y fue vendido en apenas 300.000 dólares, cuando su valor, en verdad, es tres o cuatro veces superior. En 2006, el edificio había sido tazado en 2.800.000 dólares. Se estima que los compradores tienen vínculos familiares con el traidor César Santos Milani.

CAVALIERI Y LA SOCIEDAD DE PANAMA

Otra versión parece tener tanto o mayor asidero. Eterno secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC), Armando Oriente Cavalieri entra en escena de forma insospechada (aunque no tanto, bah).

Cavalieri es de esos sindicalistas que, protegido desde las sombras de la antipatria y la vergüenza, ascendió al status de empresario todo terreno. No limitó su ambición angurrienta y depravada a su campo de acción, sino que fue más allá. Y aparece así, en un caso patético que daña y aniquila los aparatos de inteligencia de la defensa nacional.

Como buena rata de albañal, Armando Oriente Cavalieri fue colaboracionista durante el liberal Proceso de Reorganización Nacional, dado que desde el mismo año 1976 fue perro faldero de los generales y criminales Jorge Rafael Videla y Roberto Eduardo Viola, gracias a los cuales Cavalieri pudo volver a ejercer cargos dentro del sindicalismo traidor sobreviviente al golpe de Estado del 24 de marzo contra María Estela Martínez de Perón. Es que Cavalieri había perdido su condición de sindicalista desde que en 1971 fue detenido por pedir coimas a la empresa Pueyrredón Construcciones.

Vuelta la democracia liberal-marxista, Armando Cavalieri incrementó como nunca sus capitales, llegando a inmiscuirse en los negociados que hacían –y hacen- los oficiales subvertidos ideológicamente por la administración Kirchner-Fernández Wilhelm. Sino, no nos puede sorprender el que Cavalieri haya tenido lazos e intereses económicos con el ex jefe de Inteligencia, general de Brigada Montero. Como tampoco puede sorprendernos que el sindicalista-empresario Armando Oriente Cavalieri haya tenido acciones o participación en una empresa ‘fantasma’ llamada PANAMERICAN BUILDING COMPANY, que no es otra que la firma que compró el predio de la ex sede de la Escuela de Agentes de Inteligencia Militar de la calle Basualdo 438. Dicha sociedad es de origen panameño, y fue inscripta en Argentina 4 días después de haber comprado el edificio de inteligencia del ejército…

Cuando el 22 de noviembre de 2007 la extraña empresa PANAMERICAN BUILDING COMPANY adquirió el predio del barrio de Villa Luro, todavía estaba en funciones el coronel Julio Eduardo Arroyo Arzubi, jefe de la unidad. Esa misma tarde se acordó su desalojo junto al del personal que vio asombrado el final de la Escuela de Agentes de Inteligencia Militar. La cúpula del Ejército y el impresentable Ministerio de Defensa aceptaron este episodio sin chistar ni objetar nada.

Fotografía del 1° de octubre de 1998: de anteojos y saco oscuro, Armando Oriente Cavalieri. A su lado, de bigotes, el delincuente Rodolfo Daer, quien era secretario general de la CGT. Por último, ambos acompañan al agente internacional Carlos Saúl Menem.

Al día de hoy, poco se conoce del destino del coronel Julio Eduardo Arroyo Arzubi, quien retardó estoicamente 8 años la venta del predio de Villa Luro. Según algunas fuentes militares anónimas, si Arroyo Arzubi llegara a ser interrogado para que de detalles de cómo fue esta oscura transacción, con seguridad contestaría que la venta fue un fraude organizado desde Nilda Celia Garré, pasando por la cúpula del Ejército Argentino y recalando, sin escalas, en el submundo del sindicalismo miserable, traidor y entreguista que dejó a cientos de miles de argentinos trabajadores en el más profundo desamparo.

domingo, 4 de julio de 2010

IDEOLOGIA, PRESUPUESTO Y CORRUPCION DE LAS FF.AA. ARGENTINAS (PARTE I)

Noviembre de 1983: primeras tratativas entre el masón Raúl Ricardo Alfonsín y las subversivas Madres de Plaza de Mayo. Gestos como este desataron una amplia acción psicológica e ideológica contra las FF.AA. de la patria. A partir del alfonsinismo, se le señalaba al pueblo argentino que los militares, sin excepción, eran "genocidas", "fascistas", "golpistas" o "reaccionarios".

A fines del año 2008, una estadística dada a conocer por el Observatorio Sociocultural de la Defensa señalaba que un 47% del personal del Ejército Argentino había pensado en dejar dicha actividad, lo mismo el 43% del personal de la Armada. En aquél año 2008, cerca de 40 pilotos de la Fuerza Aérea optaron por trabajar en aerolíneas comerciales. Las causas tienen que ver con la desmotivación, la falta de infraestructura que impide tener una mejor capacitación en la carrera de las armas y los sueldos que, medidos a la par de una inflación exorbitante, les dejan poco margen para vivir sin apuros ni preocupaciones.

Por entonces, un 36,8% de los efectivos del Ejército admitía disponer de otra fuente de trabajo, algo que no está bien visto en la carrera militar, puesto que un oficial o suboficial debería dedicarse en un ciento por ciento a su especialidad castrense, pero no por mero capricho sino porque la tarea fundamental de las FF.AA. consiste en la defensa estratégica de la soberanía nacional de un país. Ni más, ni menos. Claro que la necesidad es urgente, y entonces el Ministerio de Defensa, dirigido por antiguos subversivos marxistas, alienta esta situación de descalabro que se hace sentir desde el Estado Mayor Conjunto de las FF.AA. hasta el último uniformado del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea.

1983-1999: ATAQUE IDEOLÓGICO-PRESUPUESTARIO

El primer calumniador de nuestras fuerzas armadas fue el masón gramsciano Raúl Ricardo Alfonsín Foulkes quien, al decir del fallecido ex coronel Mohamed Alí Seineldín, produjo la desmoralización hacia el interior de sus filas, alimentada, además, por culpa de los militares de tendencia liberal que, tanto en 1930, 1955, 1966 y 1976, usurparon gobiernos legítimos a través de golpes de Estado. El alfonsinismo, por ende, concentró su animadversión en el aspecto meramente ideológico.

Al sobrevenir el menemismo, el ataque contra las instituciones militares se centró en lo económico-presupuestario. En la publicación “Destino Histórico”, Año 4, N° 8, de marzo de 1989, se anunciaba a todo color “El Pensamiento Militar de Carlos Saúl Menem”. En ese número, el delincuente traidor decía –presten atención-:


“En particular las FFAA fueron atacadas y erosionadas en su propia esencia y naturaleza. La acción llevada a cabo contra ellas, como instituciones fundamentales, cuestionó su existencia como integrantes del potencial nacional.

“La acción principal constituyó la drástica e inconsulta merma del presupuesto militar, como consecuencia de la falta de un plan militar, simultáneamente una persistente e intencionada acción psicológica englobó a todas las fuerzas, distorsionó y confundió a propósito lo institucional con lo personal; lo trascendente con lo específico; lo histórico con la coyuntura”.


Creemos que todos, salvo el propio agente internacional Carlos Saúl Menem, pueden hablar de “merma del presupuesto militar”. La nota que concedió a la revista “Destino Histórico” de marzo de 1989 respondía, sin lugar a dudas, al ataque certero contra la insoportable administración alfonsinista, la cual hizo un filoso ataque ideológico y, como expresaba Menem, psicológico contra las fuerzas armadas. Eso es innegable.

Entre los muchos males que llevó a cabo el traidor delincuente Menem, encontramos la derogación del servicio militar obligatorio en 1995. En marzo de 1989, con su forajida dualidad, decía sobre el mismo:
“Lo real y cierto es que el servicio militar cumple una función trascendente e irremplazable a la Nación. También es cierto que deben buscarse fórmulas para equilibrar la necesidad, manteniendo siempre la prioridad indelegable de la defensa nacional”. ¡Vaya mentiroso!

Atentado en la Fábrica Militar de Rio Tercero, en la provincia de Córdoba (3 de noviembre de 1995). Aunque es un sello de la era kirchnerista, los negociados y la complicidad entre dirigentes y militares ya empezaban a vislumbrarse durante la era menemista. Desaparecido el sector nacionalista del Ejército, nadie dijo nada sobre esta exploxión que causó la muerte de 7 civiles inocentes y 300 heridos. El jefe del Ejército era el masón y teniente general Martín Balza; hoy, este traidor es embajador kirchnerista en Colombia.

Al cumplirse el décimo aniversario del fin de la conscripción, en una editorial del periódico “La Nación” (edición del 9 de enero de 2005), se leían párrafos como el que sigue: “El servicio militar obligatorio fue impuesto hace un siglo precisamente para integrar a una sociedad diversificada, fruto del alud inmigratorio, e igualar ciertas diferencias sociales. De este modo, se brindaban estándares mínimos de salud e instrucción”. Pues bien, fue un liberal disfrazado de peronista el que logró la mayor desunión entre pueblo y militares, prestando su genuina colaboración con el predicamento de los marxistas y socialistas culturales.

Este es sólo un botón de ejemplo. Sobre Carlos Saúl Menem y la destrucción sistemática que hizo contra las tres armas de la patria se puede hablar largo y tendido. Fue, incluso, uno de los mayores mentores del proceso de ‘desmalvinización’, llegando a instalar en las consciencias de nuestros uniformados que el deber sublime de defender la patria es un “error imperdonable” o un fruto políticamente incorrecto que ofende, y mucho, al nuevo orden mundial.

No hay que obviar su fanatismo privatista, el cual también llegó al mundo militar. Cerró proyectos misilísticos argentinos, fábricas de tanques, aviones, de armamentos (Fabricaciones Militares), etc., etc., entregándolo todo a la voracidad empresarial foránea que llevaba nuestros proyectos a sus países para desarrollarlos allende las fronteras. Y se incurrió en la exportación ilegal de material bélico a Ecuador entre 1991 y 1995, episodio que justificó, para su criminal administración, el atentado en las instalaciones de la Fábrica Militar de Río Tercero, en la provincia de Córdoba.


1999-2010: CORRUPCION CASTRENSE A GRAN ESCALA

Alejados los tiempos menemistas, las fuerzas armadas continuaron su lamentable derrotero. La línea nacionalista del ejército ya había sido exterminada en diciembre de 1990, provocando el enjuiciamiento de sus máximos oficiales, el relevo indefectible de sus suboficiales y provocando, en el resto, la emigración hacia otros países, hacia otros ejércitos que, en una de esas, los reconocerían por sus grados y trayectorias. Es sabido el caso de algunos ex ‘carapintadas’ que actuaron durante la última Guerra de los Balcanes que determinó la extinción de la República de Yugoslavia (1991-2000).

Al frente de las tres armas quedaron los oficiales que se acomodaron a los dictámenes de la democracia marxista-liberal, los que con ayuda del Ministerio de Defensa de turno ahondaron la desmoralización de los cuadros e incurrieron en la delincuencia como medio de vida.

La primera década del siglo XXI permitió una nueva táctica mundialista proclive a colocar gobiernos socialdemócratas en Hispanoamérica. La administración kirchnerista, para el caso local, perfeccionó los ataques perpetrados por Alfonsín y Menem contra los uniformados en las décadas anteriores, con la particularidad de que ahora se permitiría un estado anárquico tal que haga posible asociaciones ilícitas entre la oficialidad castrense y las autoridades del Ministerio de Defensa de la Nación. No obstante, si un caso de corrupción trasciende el secreto de la ilegalidad, y en razón de que se derogó el Código de Justicia Militar, serán los militares los únicos que pagarán el latrocinio o la estafa bajo jueces o fiscales civiles. Y le hacemos el siguiente cuestionamiento, señor lector: ¿quiénes sobornan a la justicia civil? Los políticos de turno, y éstos hoy son los kirchneristas. Todo queda “en orden”.


Imagen de junio de 2007 que muestra las tratativas para reformar (hacer desaparecer) el Código de Justicia Militar. Para ello, el kirchnerismo dispuso que 2 antimilitaristas expusieran la medida: la Ministro de "Defensa", Nilda Celia Garré, y el juez homosexual de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni. Cuando finalmente se derogó el Código de Justicia Militar en 2008, nadie dentro de las FF.AA. salió a quejarse. Y el que pensó hacerlo, fue pasado a disponibilidad.

Ya todo es válido a la hora de la rapiña y los negocios turbios. Pero en medio de tanto desvarío hay algo que debe mantenerse inalterable: la afinidad ideológica. La ideología “derecho-humanista” que sugirió la corruptísima administración Kirchner-Fernández Wilhelm, hizo que los ascensos dentro del Ejército, la Armada y la Aeronáutica se produzcan por afinidad ideológica. Y a los que no se adaptan a este esquema, los dan de baja súbitamente o los denuncian con algún archivo o carpeta que contenga información sensible de lo actuado por ese díscolo en los luctuosos años 70 del siglo anterior.

Esta primera parte es una introducción para desnudar algunos negociados que se tejen a nivel Ejército en estos tiempos de genuflexión militar. Veremos hasta qué punto se enriquecen ilícitamente Nilda Celia Garré, oficiales del Ejército (en actividad y retirados), sindicalistas y políticos.