martes, 20 de mayo de 2008

EL CRIMINAL GEORGE BUSH ELOGIO LA POLITICA DE "DERECHOS HUMANOS" DEL GOBIERNO KIRCHNERISTA...¡¡BRAVO CRISTINA!!



Parece que la noticia no merecía mucha difusión, apenas algunas notas algo salteadas que salieron en la prensa gráfica. Y después, los medios audiovisuales casi lo han hecho pasar por alto. ¿Qué ocurría? Bueno, que el actual presidente de los Estados Unidos y criminal de Guerra George W. Bush salió a elogiar la parcializada política de "defensa de los DD.HH." que viene practicando en Argentina la administración Kirchner-Fernández Wilhelm.

Como era de esperar, ni lerdos ni perezosos, los medios locales pusieron manos a la obra para el ocultamiento de semejante doble acto vergonzante, porque, por un lado, el presidente George Bush hijo nada puede argumentar sobre los derechos humanos y porque, por otra parte, los supuestos "derechos humanos" que se defienden en nuestro país son únicamente los reconocidos para los delincuentes subversivos de ayer, los mismos que violaban sistemáticamente los derechos de la población argentina común y corriente en pos de una ideología internacionalista. Allí radica la doble vergüenza, digna, por otra parte, de las reglas de juego sinárquicas.

A principios del mes de abril de 2008, salieron a la luz algunas declaraciones gratificantes para el gobierno kircnerista, dado que George Bush expresó en una carta que
"elogio al Gobierno por los pasos que está ahora tomando para juzgar a numerosos oficiales que fueron previamente perdonados por abusos de derechos humanos". ¿Se habrá acordado George Bush que sobre quien hace alusión -el agente internacional Carlos Saúl Menem- fue íntimo amigo y colaborador de su padre, George Herbert Walker Bush?

El testigo presencial de este mamarracho, y a quien iba dirigida la carta, fue Héctor Timerman, ni más ni menos que ex cónsul argentino en Washington, y actual embajador local en Estados Unidos. Timerman y Bush se vieron en el Salón Oval de la Casa Blanca, donde intercambiaron mutuas alabanzas, al tiempo que el hebreo Timerman presentó las credenciales para formalmente hacerse cargo de la embajada argentina en aquél país.


Dos "prohombres" de los derechos humanos: George Bush, el admirador de la política de "derechos humanos" subversivos kirchneristas, y el sionista Henry Kissinger, uno de los principales promotores de los golpes de Estado en Hispanoamérica en los años 70 y ¡¡Premio Nobel de la Paz 1973!! Un buen consuelo para Estela Barnes de Carlotto...


En determinado momento flotó en el ambiente el nombre de un siniestro personaje ligado a los intereses sionistas en la Argentina: Jacobo Timerman, padre de Héctor. El flamante embajador le hizo entrega a Bush de un libro titulado "Preso Sin Nombre, Celda Sin Número", en idioma inglés, y cuya autoría le pertenece a Jacobo Timerman, a lo que su hijo rubricó una dedicatoria en él que afirmaba lo que sigue: "Esta es la historia de mi padre, pero también de miles en el mundo como él. Estados Unidos ayudó a mi padre, como puede ayudar a miles más"... Usted, lector, recordará la filiación del periodista y agente hebreo Jacobo Timerman en los años inmediatamente previos a la liberal dictadura militar de 1976. Veamos quién era Jacobo Timerman según escribió en su obra "El Poder en la Sombra" el despreciable y extinto Ramón Juan A. Camps, páginas 133 y 134:

"Ahora veamos la verdad. Timerman tenía vinculaciones con el financista de los montoneros David Graiver y además instigaba a la actividad subversiva desde el diario "La Opinión", donde trabajaban muchos terroristas confesos. Entre los principales colaboradores de Timerman en su diario estaban Andrés Alsina Bea, militante del ERP que intervino y fue condenado por el secuestro y asesinato del industrial italiano Sallustro; Francisco Urondo, integrante de FAR, responsable entre otros hechos del asesinato del almirante Berisso; Juan Gelman y Miguel Bonasso, del nivel superior de la conducción de montoneros; Tomás Eloy Martínez, apologista de Trelew (N. de R.: actual gran colaborador del diario "La Nación"...), y muchos más. La tendencia ideológica de los colaboradores de Timerman se reflejaba naturalmente en los artículos del diario, tanto en las secciones de política nacional, internacional, como en las secciones y suplementos culturales. El editor responsable de todo el material era el mismo Jacobo Timerman.

(…)

“Entre las acciones no relacionadas con los Graiver que Timerman confesó con orgullo, figura la fundación por él de la revista “Confirmado” para propiciar la caída del gobierno constitucional de Arturo Illia, tal como finalmente sucedió en 1966. Después de esta fecha, aparecen en “Confirmado” artículos en los que el director se vanagloria de haber propiciado y pronosticado el golpe de 1966, y de tener estrechos contactos con muchos de los militares que lo protagonizaron. En otras palabras, Timerman no creía en aquel tiempo que todos los militares argentinos fuesen “fascistas” ni sentía un respeto muy grande por el orden constitucional (…)

“Por confidencias de un periodista de su diario, Timerman supo dónde estaba secuestrado el director de Fiat, Oberdam Sallustro, pero “no consideró mportante” dar aviso a la policía. Sallustro murió asesinado por sus secuestradores. Sin embargo, el director de “La Opinión” también se presentó ante la prensa internacional como ferviente defensor de los derechos humanos. Pero para quien tiene memoria es fácil recordar que demostró muy poca preocupación por las víctimas de la subversión en el período 1971-74, y que en aquel tiempo su diario hablaba frecuentemente de “ajusticiados” cuando se refería a soldados muertos por terroristas”.


Entonces, para ver como es esto de los “derechos humanos”, el embajador Héctor Timerman reconoce que Estados Unidos ayudó a su padre, hebreo sionista íntimamente relacionado financiera y mediáticamente a la delincuencia subversiva marxista en los años 70 y que, por si esto fuera poco, también apoyó algún que otro golpe de Estado… Como se ve, es cierto, Jacobo Timerman fue un campeón de los DD.HH. de todos los tiempos…

Pero continuaron lloviendo los elogios en torno a la política de los “derechos humanos” del kirchnerismo. Tal es así que unos días después de ese amistoso intercambio de elogios entre Héctor Timerman y George Bush, éste último le envió otra carta a aquél –fechada el 15 de abril de 2008-, la cual dice así algunos de sus párrafos:


“Querido Héctor,

Primero, acabo de terminar “Prisionero Sin Nombre, Celda Sin Número”, de tu buen papá. Me tocó el coraje y el intelecto de tu papá.
(...)

Segundo, me recordó que el mal merodea y que la falla de no ver y hablar sobre alienta el sufrimiento.

(…)

Así que gracias por darme el libro y gracias por tu cálida dedicatoria”.


El periódico “La Nación” afirma en una nota del sábado 15 de Abril de 2008, que llevó por título “Otro Gesto de Bush hacia la Argentina”, que “Bush dató su carta el martes 15, apenas 6 días del encuentro que protagonizaron en el Salón Oval. Timerman le entregó sus cartas credenciales y un libro como regalo, que el mandatario republicano prometió leer”. Que, asimismo, “al parecer, [Bush] cumplió con su palabra, tal como también se lo comentó al rabino argentino Tzvi Grunbatt, ese martes, en esa misma oficina nuclear de la Casa Blanca”. El último párrafo muestra, a las claras, la internacionalización y el negocio que representan, al día de hoy, los “derechos humanos”, donde cualquiera –aún los delincuentes terroristas y sus colaboradores, como en nuestro país- se autoadjudican su defensa, donde cualquiera habla en nombre de ellos y donde los prontuarios parecen no tenerse en cuenta: “La carta presidencial [de George W. Bush] encarna el tercer gesto personal de Bush a Timerman y, por extensión, a la Argentina en apenas nueve días. Entre esta misiva y aquella presentación de credenciales con elogios, medió el encuentro con rabinos del movimiento Jabad, el 14. Bush los saludó uno por uno y al escuchar de dónde provenía Grunbatt le respondió: “¿La Argentina? Las cosas se perfilan bien allí”…

Tortura y abusos indescriptibles del ejército imperial de los Estados Unidos contra iraquíes. Héctor Timerman agradeció a George Bush el que su país haya ayudado a exiliarse a Jacobo Timerman, golpista y con lazos subversivos en Argentina, durante el liberal Proceso de Reorganización Nacional de 1976-1983.

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