Ruido, automovilistas histéricos y comercios
desbordantes. Así se veía Buenos Aires en las vísperas de la Natividad.
-‘Esto es un
loquero, estimado, pero como siempre, urge reunirnos aunque sea para cumplir
con nuestro rol de vigilantes observadores, como decía uno por 1974…’.
-‘Es verdad,
pero a nadie le importó esa directiva llena de sabiduría. A propósito, ¿tiene
idea de cuánto sale este año el pan dulce de “Plaza Mayor”? Me han dicho que es
el más rico del país’.
El otro informante lo miró azorado porque, de
verdad, no sabía la respuesta con exactitud. Por eso acudieron al mozo para
preguntarle. “Ochocientos pesos, señores”, fue la respuesta. –‘¿Es un precio Macri o siempre vino con
pepitas de oro?’, dijo, entre risas moderadas uno de los nuestros. El mozo
sonrió, dio media vuelta y atendió otros pedidos.
-‘Camarada, lo
traje a esta confitería porque podemos pasar desapercibidos, mire cuánta gente
que hay por llevarse el pan dulce más caro –y más rico, dicen- de la Argentina.
Todos en estas épocas quieren tener una mesa digna y recordar buenos momentos,
pero si pueden también van a adquirir los mejores productos que, para
desgracia, no todos pueden alcanzar. Mire esta nota del ‘93’.
El otro informante de la Agencia “Ciriaco Cuitiño”
esperaba, como siempre sucede, algo determinante, algo que el abundantísimo
archivo papelero suele resguardar como atenuante inapelable.
-‘Un sionista
de los intocables, Sir Evelyn de Rothschild, de esa banca usurera, declaraba
ante un periodista, allá por agosto de 1993, que "Con el grupo Macri hemos tenido una asociación muy exitosa y con ellos hemos discutido varias veces el momento de entrar en la Argentina". ¿Se da cuenta, camarada? La Argentina, esa que alguna vez tuvo soberanía,
justicia social y una política autónoma, dejó de existir hace ya
muchos años. Mientras se pose en nuestra patria la Banca Rothschild, que en el
pasado financió a los políticos y ejércitos unitarios atrincherados en
Montevideo para resistir al brigadier Juan Manuel de Rosas, aquí jamás nos
liberaremos del yugo colonialista, siempre estaremos sometidos y nunca habrá
paz ni concordancia’.
Y continuó explicando: -‘¿Quiere que le relea un párrafo más de esta nota llena de oprobio? Escuche: "Nosotros [los Rothschild] tenemos un compromiso con Argentina de dar 100 millones de dólares al grupo Macri en el área industrial". Me parece que no tengo más nada que agregar, ¿no le parece?’.
La nota traída a colación era, como todo lo que
publica la Agencia Informativa “Ciriaco Cuitiño”, incontestable. De hecho, los
sionistas hebreos vienen pululando en nuestras tierras desde que enviaban a sus
agentes financieros a ponerse a disposición, con dinero proveniente de la usura, del
general Justo José de Urquiza (como ser Antonio Cuyás y Samperé, Barón de Mauá,
José de Buschental, etc., etc.).
Los nuestros, situados en "Plaza Mayor", vieron esos papeles, los fotografiaron y resaltaron con rojo las partes salientes de la novedad. Luego: se saludaron,
brindaron por un nuevo año en la Clandestinidad de los Libres, y se retiraron.
Y a renglón seguido, se perdieron entre la multitud que nada entiende, y mucho
menos comprende, las reglas de juego de la Sinarquía, que hoy vuelve al
neoliberalismo (como antes fue Menem) y que ayer estuvo con la social
democracia (Alfonsín y Kirchner).
Y a todo esto, los hombres grises siguen solos y
esperando.
1 comentario:
Excelente labor
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