Promediaba la tarde en la ciudad de Buenos Aires, de una jornada fría, típica de invierno de no hace mucho. Aquel hombre de gran porte, algo excedido de peso y con gafas nos abrió la puerta del lugar donde inventa artefactos tecnológicos, donde tiene gente trabajando con y para él, y donde pasa la mayor parte de su tiempo diario.
Mientras la charla pasaba tranquila, sin sobresaltos, en un momento surgió el tema de la política internacional, de la guerra en Irak, de los corruptos...y de la masonería. Sin titubear un ápice, la persona dueña del lugar preguntó "¿Querés ser masón?". El hombre dijo, casi de inmediato, pertenecer a la Masonería. De cuanto se dice acá hay un ciento por ciento de fidelidad, pues uno de los presentes en esos momentos era -es- de la Agrupación Patriótica AURORA. Nos contó nuestro militante que a partir de entonces, no hizo más que llamarse a silencio y tratar de captar todo cuanto pudo de aquella declaración perversa. Y tomar datos mentalmente, claro, porque no siempre -casi nunca- se está ante el enemigo masón dado el secretismo que presentan.
No daremos el nombre de este enemigo del género humano, como tampoco diremos qué grado ostenta -mostró condecoraciones y diplomas masónicos-, aunque vaya un indicio: iniciado desde los tiempos en que gobernaba el Proceso de Reorganización Nacional liberal, ahora está entre los últimos 4 grados masónicos del Antiguo Rito Escocés. Conste, no obstante, que sabemos dónde vive y cómo se llama, y que el escarmiento del pueblo criollo puede recaer sobre él en cualquier momento, si las circunstancias así lo requieren.
Quien acompañaba a nuestro compatriota, trató de hacer preguntas llenas de dudas sobre acontecimientos locales e internacionales. Y acá hay que prestar atención: el recién descubierto por ellos como miembro de la Masonería les dijo enfáticamente que el atentado de la AMIA (Asociación de Mutuales Israelitas Argentinas) en 1994 fue perpetrado por el sionismo internacional, es decir, estamos hablando con claridad de que se trató de un autoatentado... Que siguiendo por la misma senda, los ataques a las Torres Gemelas, Nueva York, el 11 de Setiembre de 2001 también fue urdido por la casta anglosajona-sionista mundial. Y atención, lo dice un masón, y de graduaciones altas.
¿La palabra 'soberanía' en su última etapa?
Resulta que pasados 4 años y medios de los sucesos del 11 de Setiembre de 2001, la sinarquía comenzó a manifestar cómo ha venido -y vendrá- a modificarse el sistema político en el mundo. En el periódico liberal-conservador La Nación, del 23 de febrero de 2006, salió una editorial cuyo título era "La soberanía ya no es más lo que era", escrita por Richard N. Haass, presidente del Council on Foreing Relations (CFR)... En ella esgrimía conceptos como los que siguen:
"En el mundo hay más de ciento noventa países. Hoy, coexisten con un número mayor de actores poderosos, no soberanos y parcialmente independientes (a menudo, en grado considerable) que van desde corporaciones hasta organizaciones no gubernamentales, desde grupos terroristas hasta carteles de narcotraficantes, desde instituciones regionales y mundiales hasta bancos y fondos accionarios privados. (...) "Asistimos a una erosión del cuasimonopolio del poder que otrora ejercieron las entidades soberanas".
(...)
"Asimismo, para que el sistema internacional funcione, los Estados deben estar dispuestos a ceder parte de su soberanía a los organismos mundiales. Ya lo hacen en la esfera comercial..".
El sinarquista Richard N. Haass prosigue más adelante: "La globalización implica, pues, que en realidad la soberanía no sólo se está debilitando: necesita debilitarse. Los Estados deberían tener la sensatez de debilitar su soberanía para protegerse, puesto que no pueden aislarse de los que sucede en otros lugares. La soberanía ya no es un refugio sagrado". Y remata diciendo: "El objetivo debería ser redefinir la soberanía para esta era de la globalización, encontrar un equilibrio entre un mundo de Estados absolutamente soberanos y un sistema internacional de gobierno mundial o de anarquía". No hace falta agregar comentarios al respecto.
Pese a los "errores", el poder mundial avanza con la inercia del 11 de Setiembre
Retomando un poco el relato del autoconfesado masón de Buenos Aires, que tanta sorpresa produjo ante quienes estaban allí, sin entrar en muchos detalles puntillosos contó que una de las consecuencias de los autoatentados de las Torres Gemelas -el 11 de Setiembre- como el de la mutual judía AMIA en los años 90 fue la inmunidad que a mediados de 2005 le otorgó el gobierno de Paraguay a tropas de los Estados Unidos, donde la fuerza imperial tiene una base militar. Incluso dijo que allí hay bases nucleares y todo, pistas enormes de aterrizajes, etc. ¿La ONU o la OIEA (Organización Internacional de Energía Atómica) no dicen nada al respecto, o solamente Irán amenaza con armamento nuclear?
Estamos habituados a los "errores" de una potencia como Estados Unidos, quienes lanzan bombas contra civiles, matan a decenas o cientos de ellos y luego aparece algún criminal alegando que se trató de un "error". Como el "pequeño error", celebrado incluso por traidores a la propia nación japonesa, de Hiroshima...
Estaría bueno indagar sobre quiénes se acuerdan más los seres humanos del mundo, si de las cientos de miles de víctimas -muertos o heridos de por vida- de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, o si del asesinato de 1 (UNA) niña inglesa llamada Madeleine...
Collin Powell, a la sazón, un criminal de guerra que anda suelto, sin recibir críticas ni de la derecha ni de la izquierda internacionales, dijo en setiembre de 2005 que nunca había visto evidencias que sugiriera una conexión entre los atentados del 11 de Setiembre de 2001 en los Estados Unidos y el régimen de Bagdad, acaso una de las razones esgrimidas por las autoridades norteamericanas para invadir y ocupar Irak. Un "error", o una "autocrítica" (¡Oh!) como publicó entonces La Nación. ¡Bravo, Powell, usted sí que sabe medir las consecuencias!
¿Qué hay de Sudamérica en medio de este nuevo replanteamiento hecho a antojo por el poder mundial? Empezamos a notar cómo suceden los acontecimientos lastimosos entre nuestra Patria y Uruguay (Banda Oriental) por, justamente lo que aclaraba el infame presidente del CFR, el debilitamiento de las soberanías, que hoy por hoy se ven desbordadas por la corrupción y la mediocridad imperante y que, como lo notamos, no pueden contra una empresa multinacional contaminante de origen europeo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario