Cuando en las postrimerías de los años 80 y en los albores de la década de los 90 el mundo, gracias a esos teóricos universalistas, rumbeaba hacia la privatización indiscriminada y salvaje de las empresas estatales, en Argentina no faltaron los miserables que, libreto en mano, lavaron las mentes de los ciudadanos argentinos con pensamientos como los que siguen:
4. Nosotros, por naturaleza, éramos malos administradores, y por ello nos convenía entregárselas a los expertos privados extranjeros; además, las empresas públicas daban motivo a la corrupción.
Esta etapa de dominio sinárquico perfectamente llevada a cabo durante la década de 1990 por el agente internacional Carlos Saúl Menem, hoy, en pleno siglo XXI, tiene su correlato con la administración de Néstor Carlos Kirchner y, de vencer, con la de la impresentable Cristina Fernández Wilhelm de Kirchner. Como para cada etapa que impone el poder mundial no hay vuelta atrás, deberíamos refrescar un poco la memoria, y saber qué postura tomó el ex ministro de Economía de Kirchner, Roberto Lavagna en marzo de 2005… Para quienes pretenden votarlo al miembro del CARI (Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales):
LA SEGUNDA ETAPA: ENTREGA DE LOS CAPITALES PRIVADOS ARGENTINOS
Vendidas las "joyas de la abuela" y visto el retroceso -en parte- de la teoría de Francis Fukuyama por la prolongación de las guerras en Afganistán e Irak, pues en estos momentos alega que el Estado debe ser "fuerte" para poder afrontar a un enemigo como el "terrorismo internacional", en nuestro país la entrega se hace efectiva y a toda marcha.
La primera gran noticia del desarrollo de esta etapa fue la compra que un grupo inversor de Brasil hizo de las empresas pertenecientes a Amalia Lacroze de Fortabat, emblema de la "burguesía nacional" que se codeó con cuanto gobierno de turno hubo pero que no resistió los embates del propio sistema capitalista internacional y, por ende, terminó fagocitada por el salvajismo del mismo.
Este hecho salió en todos lados allá por el 20 de Abril de 2005. Se desprende del periódico "El Cronista Comercial" los siguientes datos: "Es una de las últimas empresarias emblemáticas de la Argentina, pero sus compañías ahora serán de un fuerte grupo brasileño. Amalita acordó venderle a Camargo Correa el 100% del holding bajo el cual están sus empresas por un total de u$s 825 millones y una deuda de u$s 200 millones. La operación incluye Loma Negra, Estancias del Sur, Hormigones Lomax, Recycomb, Comentos del Plata y la concesionaria de ferrocarril de carga Ferrosur Roca".
KIRCHNER LO HIZO...
El 14 de Octubre de 2007 "Clarín" saca una nota en cuyo título se lee: "EN LA ERA KIRCHNER SE VENDIERON 438 EMPRESAS POR US$ 18.700 MILLONES". Y, a modo de introducción a la nota, dice: "Continuó la transnacionalización iniciada en la década del 90"... Allí se citan casos como el de la ex empresa privada nacional Quilmes, que fue adquirida por la brasileña Brahma por un total de u$s 1.850 millones, entre 2002 y 2006, o bien la venta que tuvo lugar por u$s 225.000.000 del frigorífico Quickfood -que creó la famosa marca "Paty" de hamburguesas- a otro grupo inversor de Brasil, Marfrig.
Entre otras firmas que fueron entregadas bajo esta nueva etapa de entrega del capital privado nacional está la petrolera Pérez Companc, aunque cabe aclarar que la misma fue vendida cuando gobernaba Eduardo Alberto Duhalde.
La nota publicada en "Clarín" afirmaba lo que sigue: "En las últimas semanas la venta de dos empresas emblemáticas como Acindar y Alpargatas volvió a llevar al primer plano una tendencia inocultable. El capital extranjero parece avanzar con prisa y sin pausa sobre las empresas nacionales.
"Lo que se recuerda cada vez que se anuncia una operación de este tipo es que ello ocurre pese al llamado a una reconstrucción de la "burguesía nacional" que lanzó el presidente Néstor Kirchner no bien llegó a la Casa Rosada, en mayo de 2003. En verdad, las políticas oficiales, en muchos casos, favorecen este proceso"...
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