jueves, 6 de diciembre de 2007

A PROPOSITO DE HENRY KISSINGER, LA REPRESION...Y CRISTINA FERNANDEZ WILHELM



Hay un dato que no queremos dejar pasar por alto: en la noche del 3 de Mayo de 2007, la entonces candidata a presidente de la nación, Cristina Fernández Wilhelm de Kirchner, era la oradora principal en la cena de gala del Comité Judío Americano (CJA). Esa presencia y ese discurso dado por ella guardan varios significados.

Por un lado, Cristina Fernández Wilhelm era senadora y una inexperta candidata a la máxima magistratura argentina; el resultado electoral varios meses después -con fraudes poco denunciados aunque existentes- la dio como ganadora por amplio margen. ¿Cómo arriesgar la imagen del poderosísimo 'think tank' CJA al llevar a una ignota senadora de la cual poco y nada se sabía hasta el 2005 a nivel internacional? El tema es que, digitado o no, la invitada a la cena de gala resultó la presidenta electa...

En segundo lugar, no vale la pena perderse lo que en la ocasión dijo Cristina Fernández Wilhelm. Expresó, entre otras cosas:

“Tener memoria es un deber.

(…)

“No dudé un instante cuando me formularon una invitación para estar aquí; para la administración del presidente Kirchner democracia, derechos humanos, memoria, verdad y justicia son pilares centrales; no solamente de un gobierno, sino que están íntimamente y directamente ligados a nuestras más profundas y sentidas convicciones”.

(…)

“La defensa de la democracia no es sólo una cuestión de principios, sino una defensa de la vida”.

(…)

“Durante la dictadura, ser judío era un doble castigo”…

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¡Bonitas palabras para una perversa progresista que junto a su esposo adquirieron, mediante la estafa, múltiples propiedades en Santa Cruz cuando la dictadura militar y merced a la política económica liberal del ex ministro de Economía José Alfredo “joe” Martínez de Hoz!

Pero pongamos otro ejemplo de la impresentable Cristina Fernández Wilhelm… Hace pocos días atrás volvió a salir a la luz aquél oscuro encuentro que mantuvieron, el 7 de Octubre de 1976 en Washington, Estados Unidos, el criminal de Guerra y agente sionista Henry Kissinger, el embajador argentino ante la ONU, Carlos Ortiz de Rozas y, finalmente, el canciller del proceso militar Almirante César Augusto Guzzetti, encuentro donde el primero (Kissinger) dio el “ok” para que en la Patria comience a ejecutarse implacablemente el ‘Plan Cóndor’. Ungido por aquellos tiempos como Secretario de Estado de los EE.UU., Kissinger manifestó lo siguiente:

“Nuestra actitud básica es que estamos interesados en que tengan éxito. Tengo una visión a la antigua de que los amigos deben ser apoyados. Lo que no se entiende en EE.UU. es que ustedes tienen una guerra civil. Leemos sobre los problemas de los derechos humanos, pero no el contexto. Cuánto más rápido tengan éxito, mejor”.

(…)

“El problema de los derechos humanos es creciente. Su embajador [Carlos Ortiz de Rozas] se lo puede advertir. Queremos una situación estable. No queremos causarles dificultades innecesarias. Si ustedes pueden terminar el trabajo antes del reinicio del Congreso [norteamericano], mejor. Cualquier libertad que pudieran reestablecer ayudaría”.

(…)

“…[queremos una] efectiva situación, fuerte y estable”…


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“TENER MEMORIA ES UN DEBER” (CRISTINA KIRCHNER DIXIT)

Unos días antes de ser elegida presidente del país, Cristina Fernández Wilhelm de Kirchner almorzaba con un criminal de Guerra -Henry kissinger- y otros plutócratas internacionales, los mismos que contribuyeron a vaciar el Estado Nacional argentino, a desperdigar el hambre atroz, a fomentar y producir la droga, los mismos que alentaron a los “movimientos de Liberación Nacional” latinoamericanos al financiarlos con sus dineros, cual mercenarios al servicio del dinero extranjero, como decía alguien con sobrada razón...

Decía así la nota periodística del liberal “La Nación” del sábado 29 de Setiembre de 2007:



UN ALMUERZO CON KISSINGER EN WALL STREET

NUEVA YORK (De un enviado especial).- El legendario ex secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger miró a la candidata presidencial del oficialismo, Cristina Kirchner, y fue directamente al grano: le pidió que explicara las relaciones con Venezuela. Fue ayer durante un almuerzo privado en la Reserva Federal de Nueva York, en el corazón de Wall Street, donde están depositadas a más de 30 metros de profundidad las reservas de gran parte de los países del mundo.

La senadora nacional dijo que no sólo había que detenerse en la gestualidad de Hugo Chávez, sino también en la del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, quienes juntos terminan potenciando una relación complicada.

“Hay que entender a América latina integrada y esto no se puede conseguir sin Venezuela y Bolivia", expresó Cristina Kirchner, según relató después el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

A la senadora la recibió Timothy Geithner, titular de la Reserva Federal. La esperaban Kissinger; el vicepresidente del Citibank, William Rhodes; el vicepresidente para mercados emergentes de la Reserva, Terence Checki; Robert Hormats, vicepresidente de Goldman Sachs; la responsable para América latina de Merril Lynch, Sonia Dullan, y su par del JP Morgan, Nicolás Aguzin.



LO DIJO ELLA: “TENER MEMORIA ES UN DEBER”…

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