Luiz Inácio Lula da Silva y el marrano Fidel Castro Ruz, una relación que va más allá de una imagen.
Una imagen reciente: como muestra de apoyo, Lula da Silva estrecha la mano con el otrora delincuente subversivo marxista Manuel Zelaya, ex presidente de Honduras. El pasado los une, y el presente también, para hacer negocios.
Cuando Luiz Inácio Lula da Silva asumió como presidente de Brasil en el año 2003, las opiniones que sobre él pesaban no eran homogéneas. Algunos decían que iba a ser el "nuevo Fidel Castro" del continente hispanoamericano, mientras que otros lo señalaban como una suerte de continuador de las políticas liberales que proliferaron violentamente en nuestras tierras en la década de 1990. Una tercera opción, acaso la menos escuchada, advertía sobre el advenimiento de un nuevo paladín del nacionalismo carioca, que traía algo del viejo pero no tan lejano régimen imperial del Brasil, esto es, expansionista, líder indiscutido del cono sur.
Seis años después de su ascenso, hay algo rigurosamente cierto: de ser un sindicalista belicoso de izquierda, pasó a moldearse lenta pero inexorablemente en un fantástico político que no desentona con el sistema del poder mundial. Desde nuestra óptica, si los sinarquistas "no ladran", quiere decir que Lula da Silva les está sirviendo para algún fin ulterior y siniestro. Ahora bien, el presidente del Brasil parece tener 3 perfiles bien definidos, de los cuales dos de ellos van de la mano con los postulados del poder internacional, y el restante todo lo contrario.
Uno de los perfiles que se adaptan a la sinarquía se corresponde con determinadas genuflexiones que el mandatario Lula da Silva formuló públicamente, como cuando se opuso firmemente de proponer al proteccionismo económico como verdadera y real opción de los países ante la hecatombe financiera-económica mundial del capitalismo liberal especulativo. Esbozó en enero de 2009, y ante las autoridades del Foro Social Mundial, que "el proteccionismo no resolverá el problema de la crisis. No es justo que ahora que los países ricos están en crisis olviden su discurso sobre el libre comercio". O sea, criticó solapadamente a las potencias con economías liberales...pero no atacó directamente dicho sistema, al que le dio otra oportunidad. No se jugó para decir que el proteccionismo es el único modelo que permite el florecimiento de las economías nacionales. Y después: los países que emergen como los patrones del nuevo orden mundial multipolar (China, India, Estados Unidos, Rusia), si bien controlados todos por el capital hebreo sionista, ya invitan al Brasil de Lula da Silva a sus foros, para que juntos desarrollen los nuevos dispositivos y estrategias que sostengan la nueva etapa del negro porvenir de la humanidad.
El otro perfil ya tiene que ver con el desarrollo de este posteo, que, como hemos manifestado, también se condice con el nuevo orden mundial multipolar antes señalado, y ya veremos por qué.
En cuanto al único de los 3 perfiles políticos de Luiz Inácio Lula da Silva que puede considerarse como opuesto a las reglas del poder mundial, está la defensa que hace de la soberanía del Amazonas y el Matto Grosso en general. También el cuidado y la expansión de sus industrias fundamentales, como por ejemplo la petrolífera (Petrobras). Dicho esto, veamos, pues, el perfil subversivo marxista que posee el presidente de Brasil, según las pruebas documentales y gráficas que tenemos.
LA JEFE DE GABINETE TERRORISTA MAOISTA
Dilma Rousseff es la jefe de Gabinete de la Nación, por ende el ministro con mayor poder de decisión en el gobierno de Lula da Silva. En 1969 anduvo por el maoísmo, a través de un partido denominado Vanguardia Armada Revolucionaria (VAR-Palmares). Sobre ese pasado guerrillero subversivo, Rousseff habló maravillas. Se desprende de la nota de "Clarín" del 22 de junio de 2005, lo siguiente:
"Teníamos una generosidad inmensa y creíamos que era posible crear un Brasil más igualitario. Yo tengo orgullo de mi generación, de que hayamos luchado y de haber participado en todo un sueño de construir un Brasil mejor", reveló Rousseff en la entrevista, realizada en 2003 por Luiz Makluf, autor del libro "Mujeres que fueron a la lucha armada". Y continúa la crónica: "Por sus acciones como militante activa fue detenida el 16 de enero de 1970 y llevada a un centro de torturas de Sao Paulo".
La jefe de Gabinete de Lula da Silva permaneció tres años detenida, y, según su propio relato, "[me] aplicaron shocks (eléctricos). Muchos shocks" (...) La actual ministra se forjó en la lucha armada una reputación fuerte, que le valió que sus fiscales la conocieran como la "Juana de Arco de la guerrilla". Pese a las torturas, no delató a sus compañeros. "Aguanté. No dije ni donde vivía ni quién era Max (su compañero de entonces, Carlos Franklin Paixao de Araújo) ni entregué a Breno (Carlos Alberto Bueno, otro de sus correligionarios) porque tenía mucho dolor (...), vi mucha gente destruida y no quería que mis compañeros estuvieran en una situación similar".
El relato de la subversiva funcionaria de Lula prosigue: "Rousseff planificó junto con Paixao de Araújo el robo de una caja fuerte que el gobernador paulista Adhemar de Barros, identificado como un símbolo de la corrupción, escondía en la casa de una amante en Río de Janeiro, el 18 de julio de 1969. Adentro había 2,5 millones de dólares, un récord para una acción guerrillera hasta ese entonces.
Rousseff se formó luego como economista; en 2003, con la llegada del PT al poder, fue nombrada ministra de Minas y Energía por Lula".
¿No les hace acordar este caso al de los funcionarios argentinos que, habiendo estado en las filas de la delincuencia marxista tanto del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) como de Montoneros, hoy ocupan puestos claves en la administración pública? Este modo de proceder es una de las características de los gobiernos con terroristas millonarios en su seno que llegaron al poder, en la primera década del siglo XXI, en el continente.
Allí lo tienen al sindicalista de ultraizquierda setentista, en gesto paterno con el criminal de Guerra y ex presidente de los Estados Unidos, George W. Bush.LOS FONDOS DE FIDEL CASTRO RUZ PARA LA CAMPAÑA
En octubre de 2005, Lula da Silva fue investigado por haber recibido, para su campaña presidencial de 2002, unos 3.000.000 de dólares norteamericanos desde el régimen marxista-leninista de Cuba. Linda paradoja la que nos depara la sinarquía internacional: Fidel Castro Ruz, el supuesto anticapitalista a ultranza, manejando millones de dólares para Luiz Inácio Lula da Silva.
Esto sugiere la nota de "La Nación" del 31 de octubre de 2005 sobre el episodio:
"Según la revista ("Veja"), en 2002, año de la campaña que terminó con la elección de Lula para ocupar la presidencia, entre 1,4 y 3 millones de dólares habrían llegado a Brasil enviados por el gobierno cubano. El dinero habría sido entregado en Brasilia por un alto funcionario de confianza de Fidel Castro y trasladado a San Pablo mediante una operación ejecutada por tres colaboradores directos del actual ministro de Hacienda, Antonio Palocci. Los fondos habrían sido transportados escondidos en cajas de whisky y de ron.
Palocci era, en 2002, el coordinador de la campaña de Lula, y el dinero habría sido entregado directamente al ex tesorero del PT Delubio Soares, quien se volvió famoso en los últimos meses al ser identificado como el operador de un fondo en negro con el que el PT pagaba gastos de campaña -algo admitido por el propio PT- y sobornaba a legisladores de partidos de la oposición, la parte de la historia que el oficialismo de Lula no reconoce".
Recordemos, por si hace falta, que la revista "Veja" no es un pasquín o parte de la prensa amarillista que cunde por el mundo entero. En esta misma nota del diario liberal-conservador "La Nación", en un recuadro, se lee: "La revista Veja (nombre que significa 'vea') se convirtió en uno de los principales actores de la política brasileña. Revista semanal de la Editorial Abril, vende 1.200.000 ejemplares por semana, lo que la convierte en la revista no estadounidense más vendida del mundo. Tuvo una participación fundamental en la crisis que culminó con la caída del ex presidente Fernando Collor de Mello, al publicar las primeras denuncias. Y del escándalo de los sobornos [que también entonces afectó a Lula da Silva], que reveló la existencia de un fondo clandestino manejado por el PT para fines diversos, Veja publicó las primeras informaciones".
Un mes más tarde, es decir, en noviembre de 2005, el tema del dinero proveniente de la Cuba comunista para ayudar a financiar ilegalmente parte de la campaña presidencial de Lula da Silva presidente, seguía en boca de todos. Y aportó más datos acerca de la faceta subversiva del mandatario brasileño, veamos:
[Periódico "La Nación", 30 de noviembre de 2005]
"Pese a que las leyes brasileñas prohíben expresamente a los partidos obtener financiamiento del exterior, Cuba contribuyó con tres millones de dólares a la campaña electoral de 2002 del presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva (...)
La grave denuncia podría avivar el escándalo de corrupción que golpea al gobierno, que el presidente Lula parecía haber logrado dejar atrás durante las últimas semanas. Es la última de una serie de acusaciones de compra de votos y financiamiento ilegal de campaña por parte del Partido de los Trabajadores (PT) que han salido a la luz pública desde junio y que han afectado seriamente la reputación y la popularidad del partido.
Según Veja, los encargados de la campaña de Lula recibieron el dinero en agosto y septiembre de 2002, en Brasilia, del diplomático cubano Sergio Cervantes. Lula, un viejo amigo del presidente cubano, Fidel Castro, ganó las elecciones en octubre de ese año, en su cuarto intento por alcanzar la presidencia.
Veja no especificó cómo el dinero había llegado a Brasil, pero sí dijo que había sido entregado en Brasilia por el diplomático cubano y transportado de Brasilia a la ciudad de Campinas, escondido en cajas de ron. Luego fue trasladado a San Pablo, donde lo recibió Delubio Soares, en ese entonces tesorero del Partido de los Trabajadores".
Y prosigue:
"(...) Vladimir Poleto, dijo que él se encontraba en el avión que había trasladado el dinero y que había pensado que las cajas contenían sólo alcohol. Más tarde se le informó que era dinero en efectivo".
Un opositor a Lula da Silva, hablamos de Arthur Virgilio del PSDB (Partido de la Social Democracia Brasileña), "dijo conocer "muy bien" al diplomático cubano Sergio Cervantes, apuntado por Veja como el responsable de ingresar supuestamente el dinero de Cuba a Brasil y de entregarlo a la campaña del PT", y sostuvo Virgilio que "cuando militábamos contra la dictadura (1964-1985), estuve varias veces con Cervantes. Era interlocutor frecuente de Cuba con la izquierda brasileña. Nadie mejor que él para actuar en una operación cmo ésta".
Una imagen reciente: como muestra de apoyo, Lula da Silva estrecha la mano con el otrora delincuente subversivo marxista Manuel Zelaya, ex presidente de Honduras. El pasado los une, y el presente también, para hacer negocios.
Como puede verse, aquí también ocurrió lo que en la Argentina del kirchnerismo traidor entreguista, cuando una valija con 800.000 'petrodólares' de Venezuela arribaron ilegalmente en un vuelo en el que iban algunos funcionarios locales (Victoria Carolina Bereziuk y Claudio Uberti). Lógicamente que las pruebas existen, pero lo que no hay es justicia en ambos casos. ¿Casualidad? No lo creemos; es parte de las reglas criminales, execrables y canallas del poder mundial.
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