viernes, 9 de marzo de 2012

ROGER WATERS, UN POLITICAMENTE CORRECTO



Roger Waters puede ser un fenómeno en lo que a música se refiere. Nadie discute que su creación, el grupo de rock sinfónico Pink Floyd, fue mentor de los más variados grupos y músicos que le siguieron en la línea de tiempo. Luca Prodan (ex líder de Sumo) lo tenía como una de sus influencias preferidas; Gustavo Santaolalla (ex Arco Iris), Charly García (ex La Máquina de Hacer Pájaros) y Luis Alberto Spinetta (ex Invisible), por nombrar a algunos consagrados de nuestro rock, en esos grupos han tomado de Pink Floyd (Roger Waters básicamente) parte de sus inspiraciones para darle forma al rock sinfónico nacional.


En lo ideológico, Waters peca de demagogo, hay que decirlo. Surgido musicalmente en la psicodelia y, por lo tanto, emparentado a los tintes del hippismo que merodeaba en esa época (fines de los años 60 y comienzos de los 70), abrazó los ideales pro-vietnamitas, el foquismo inservible de Ernesto "Che" Guevara Lynch y toda la confusa cosmovisión del socialismo que, supuestamente, quebraba los cánones socio-políticos y económicos del capital. Por esos años, no pocas fotografías de los recitales como el de Woodstock dejaban ver a los jóvenes "rebeldes" del Primer Mundo capitalista con remeras e imágenes del guerrillero Guevara.


En y con esa culpa de clase se formó ideológicamente Roger Waters. No tuvo un origen adinerado, hay que decirlo. Él como tantos músicos ingleses surgidos en el vendaval del ácido y la experimentación, tenían padres que eran veteranos de la Segunda Guerra Mundial y, en muchos casos, obreros de los barrios más suburbanos de las grandes ciudades británicas. Tuvieron carencias, si bien eran -son- habitantes de un país con eternos apetitos imperiales que no trepidan en mantener una gloria sostenida con la muerte y el saqueo de los países periféricos (o coloniales, según la dialéctica inglesa). Y, quiérase o no, los ingleses cualquiera sea la clase a la que pertenezcan, son formateados bajo esos lineamientos para andar por la vida.


Como los ingleses suelen ser fabricantes de "amigos" y "enemigos" por igual (el punk, como irrisoria postura "antisistema" surge, paradójicamente, en Inglaterra), "think tanks" como Amnesty International también reciben su contenido ideológico políticamente correcto desde los centros del poder mundial tales como Washington o Londres. Amnesty International es una entidad progresista o socialdemócrata a la que adhiere el multimillonario Roger Waters, y de la que, solapadamente, hace cierta publicidad en sus recitales (verbigracia, cuando tocó en el estadio de Vélez Sarsfield en el año 2002).



Como ejemplo más exacerbado de lo que aquí se menciona, podemos citar a la siniestra organización "Greenpeace", sucursal solapada del servicio secreto inglés MI-6, que, por un lado, predica a favor de la conservación de los recursos naturales de, ¡oh, casualidad!, los países subdesarrollados, pero que, por otra parte, nada dice de las potencias industriales y depredadoras que son, en último término, las que arrasan con dichos recursos para satisfacción única de sus habitantes y para evitar ad inifnitum su usufructo por parte de los "habitantes de cuarta" (como ellos dicen de nosotros, los hispanoamericanos, por ejemplo). Visión sarmientina, unitaria, apátrida si las hay, agregamos.


Referido al tema de las islas Malvinas, Roger Waters bien puede decir lo que se le antoje sobre el asunto, total él sabe que es un 'intocable' para los que imparten justicia o castigan a los políticamente incorrectos (los verdaderos). Waters ha expandido, musicalmente hablando, la genialidad de los músicos británicos: muchos se han dejado inducir con este asunto, puesto que piensan que "no hay músicos de rock como los británicos". Es una forma de imperialismo, aunque suene a tontera (algo de eso mencionaba el revisionista peronista Atilio García Mellid, ojo). Para los que quizás no lo recuerdan, el ex coronel Seineldín llegó a expresar, en medio de la sordera general, que los Beatles eran una creación de los servicios secretos británicos... Y Seineldín fue políticamente incorrecto y murió jaqueado hasta el final de sus días.



Un inglés, en este sistema por ellos engendrado, siempre hallará razón. Y aunque, como en el caso de Roger Waters, diga y luego se desdiga que las islas Malvinas son argentinas, nadie lo molestará. Podrá decir lo que quiera: al borde de sus 70 años, el tipo cumplió...


Un dato final: no es la primera vez que comenta algo sobre las Malvinas y la guerra del Atlántico Sur. En el disco "The Final Cut" (1982), la última obra de Pink Floyd, hay muchos temas que aluden a lo que fue el conflicto de 1982. Buscamos, y encuentramos el siguiente párrafo: "The Final Cut tuvo un eco especial en Argentina debido a que algunas canciones hablan sobre la guerra de Malvinas, tanto desde un punto de vista pacifista como de una crítica feroz al gobierno de Margaret Tatcher. Varios músicos argentinos se ocuparon de la guerra (Alejandro Lerner, Fito Páez, Litto Nebbia, Miguel Cantilo, Raúl Porchetto, el grupo Los Violadores, Charly García) pero pocos británicos aludieron a ella con sus temas".


Dejamos para entender más aún por qué la presidente Cristina Fernández Wilhelm de Kirchner recibió a Roger Waters. Si lo vemos por el lado de la pertenencia de éste a Amnesty International, sabido es que dicha entidad ha puesto la cuña en temas referidos a la última dictadura cívico-militar y la violación de los "derechos humanos" (el entrecomillado va porque no se los atiende en su totalidad sino parcialmente, y eso es una aberración). Entidades como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo tampoco quisieron perderse para darle un afectuoso saludo al inglés Waters: Amnesty International apoyó fervorosamente los reclamos de aquéllas...y quizás hasta algunos dineros hayan desembolsado los de Amnesty por la "causa".


En segundo lugar, Roger Waters tiene adeptos y es una conocidísima figura pública, y como no podía ser de otro modo, la foto con él vale alguna popularidad que no se obtiene por la pésima gestión de gobierno. Han criticado del pasado, que muchos gobernantes eran "cholulos" y se regodeaban en medio de los flashes y el glamour de haber estado al lado de un famoso...pero la actual mandataria no se queda atrás. Y se saca fotos y parlamenta con los famosos, mas no con los necesitados de esta, nuestra patria, que son muchos y creciendo.

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