La hipocresía al desnudo: Fidel Castro Ruz platicando con el argentino Nicanor Costa Méndez (de saco negro), Ministro de Relaciones Exteriores del liberal Proceso de Reorganización Nacional, en la ONU, circa 1979. Ambos sistemas de gobiernos violaban los derechos humanos, de allí estos encuentros para defenderse mutuamente...Quien haya pasado por la universidad pública argentina seguro que habrá leído textos de Alberto Lettieri, prototipo intelectual e historiador de la izquierda vernácula internacionalista y traidora. Pues bien, veamos lo que esgrimía en su obra "La Civilización en Debate", Capítulo 12 "La Revolución Rusa", acerca del rumbo económico que tomó Rusia apenas unos años después de que los bolcheviques se hicieran con el poder en Octubre de 1917:
(...)
"En marzo de 1921, Lenin propuso el desplazamiento del comunismo de guerra y su reemplazo por una Nueva Política Económica (NEP).
(...)
"...entre 1921 y 1922, todos los movimientos insurreccionales europeos fueron desmantelados. La Unión Soviética mutaría de un perfil ofensivo a uno meramente defensivo de sus propias fronteras. Las expectativas de la revolución global estaban en franco retroceso y eso se plasmó en el acuerdo anglo-soviético que permitió reanudar las relaciones con Inglaterra...
"...La Nueva Política Económica trataba de un plan que reintrodujo mecanismos capitalistas de producción con el objetivo de elevar la productividad. Si bien los sectores considerados estratégicos -sistema bancario, el comercio exterior, el transporte y los insumos energéticos- se mantuvieron nacionalizados, volvió a existir la pequeña industria privada y la producción agrícola dejó de ser acosada por las confiscaciones forzosas del período previo (...) En la práctica, durante los siete años que duró la NEP, las granjas privadas fueron las encargadas de abastecer el mercado interno, aunque en los primeros años las cosechas no cumplieron con las expectativas del gobierno. Hacia 1928, el 96% de la producción primaria estaba en manos privadas...".
Y en otro pasaje, continúa Lettieri ejemplificando cómo Vladimir Illich Ulianov (Lenin) y Josef Stalin acentuaron la imposición de la economía capitalista en la URSS:
"El restablecimiento de las relaciones capitalistas permitió la eliminación de las confiscaciones y la readopción del trabajo asalariado. El comercio interno volvió a resurgir pero se mantuvo la centralización estatal del comercio externo. De esta forma, se autorizó la creación de mercados de aldea, regionales y urbanos donde la libertad de comercio fue el elemento motor de la economía...
(...)
"En la década del 20, la URSS logró reubicarse en la división internacional del trabajo como exportador de petróleo crudo, madera, oro, pieles, mientras que las ventas de cereales fueron importantes hacia finales de dicha década..."
Este relato proviene, insistimos, de un escritor muy tenido en cuenta por los seguidores de la izquierda internacional en los claustros universitarios del país, y no por un escritor anticomunista o nacionalista. Esto que vaya para los zonzos de siempre. Decíamos, pues, que lo antes dicho refleja la mentira y la hipocresía de un sistema que siempre se basó en la violencia extrema, que tuvo dirigentes enriquecidos y que lo único que promovió fue un caos al que le siguió siempre una política económica liberal-capitalista.
FIDEL CASTRO RUZ, CONTRADICCIONES DE UN DELINCUENTE
En 1961 Fidel Castro Ruz afirma que la "revolución cubana" adopta el ideario y la doctrina marxista-leninista; es decir, adoptó desde entonces el ideario de Lenin, el mismo que introdujo a la Unión Soviética en la división internacional del trabajo británico, como verificamos de Alberto Lettieri. Dos años antes, o sea, en 1959, Fidel Castro Ruz es recibido muy amistosamente por el entonces vicepresidente de los Estados Unidos, y luego criminal de Guerra, Richard Nixon, de extracción republicana. Sino, vaya como ejemplo de lo que aquí se dice la imagen fotográfica arriba colocada. Hay algo que debe entenderse: si Nixon accedió a mantener una reunión con el flamante subversivo cubano hecho con el poder en la isla es porque, en el fondo, algún apoyo le dio.
Otro dato que pasa desapercibido en los orígenes de la "revolución cubana" de 1959 son las relaciones que los barbudos mantuvieron con miembros de la masonería.
El cubano Huber Matos, protagonista de un reciente video que lo muestra como lo que hoy es, un opositor al régimen cubano, participó del movimiento que derrocó al dictador liberal Fulgencio Batista, junto a Fidel Castro Ruz, Ernesto "che" Guevara Lynch de la Serna y Camilo Cienfuegos. Huber Matos era un masón activo durante la guerra de guerrillas desarrollada desde la Sierra Maestra en Cuba, y en tal carácter le fue encomendada la misión de transportar armamentos, por medio de una avioneta, desde Costa Rica hasta la isla caribeña. Huber Matos relata en sus memorias con lujo de detalles la operación que robusteció militarmente a la fuerza insurgente y permitió finalmente derrocar a Batista.
Fue un grupo de políticos latinoamericanos en su mayoría venezolanos, miembros casi todos de la masonería democrático-liberal o provenientes de la izquierda y del "nacionalismo popular revolucionario" quienes organizaron la Legión del Caribe. La cabeza política de ese movimiento fue el masón José "pepe" Figueres, oriundo de Costa Rica. El apoyo a la "revolución cubana" y la participación de Figueres se debió a la actividad de la Legión del Caribe, en gran proporción.
AQUELLA INTERVENCION DE FIDEL CASTRO CON REPRESENTANTES DE LA DICTADURA LIBERAL DEL PROCESO...
1971. Fidel Castro Ruz visita Chile y comparte un desfile con el masón y General Augusto Pinochet Ugarte.
Entre las numerosas contradicciones que el hoy por hoy finiquitado Fidel Castro Ruz tuvo a lo largo de su vitalicio mandato en Cuba no se nos puede pasar por alto la intervención que hizo aquél ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en 1979 para salir en defensa de la política social del entreguista Proceso de Reorganización Nacional de 1976-1983.
En un texto que lleva por título "Extraña Alianza", la investigadora Kezia Mckeague afirmaba lo siguiente:
"Como uno de los miembros más influyentes, aunque controvertido, de los países no alineados en la Comisión, Cuba jugó un papel importante en la defensa que el movimiento de no alineados hizo al régimen argentino. El gobierno cubano mantuvo una delegación activa desde que logró la membresía, en 1976, mientras que su elección a la presidencia del movimiento de no alineados, en 1979, elevó su perfil entre los países en desarrollo. Junto con las mejoradas relaciones con la Unión Soviética, hacia fines de la década de 1970, esta posición de liderazgo también estableció a Cuba como agente de negociación entre el mundo desarrollado y el bloque socialista.
"Para Gabriel Martínez, el embajador argentino en Ginebra, Cuba actuó como "interlocutor" entre la delegación argentina y las de Europa del Este. Cuando Martínez necesitaba pasar un mensaje a un país del bloque del Este, generalmente le pedía al embajador cubano que fuera su mensajero. Cuba también ayudó a convenir reuniones de los delegados no alineados en nombre de la Argentina. Dichos favores reflejaron una relación entre los representantes cubanos y argentinos en Ginebra, que Martínez describe como "óptima" y "extremadamente cercana". Despreocupados por las diferencias ideológicas, el apoyo fue mutuo, según Martínez...
(...)
"En la sesión de la Comisión en febrero de 1980, el bloque occidental propuso una investigación temática sobre las desapariciones. Durante las negociaciones, Jerome Shestack, jefe de la delegación de Estados Unidos, se reunió con delegados cubanos para solicitar su apoyo. Shestack señaló la contradicción de la defensa cubana y soviética a la junta militar; sin embargo la respuesta cubana, según Shestack, fueron "malas excusas". "Intenté ponerlos de nuestro lado, pero no, apoyaron a la Argentina", recordó Shestack.
"¿Por qué un régimen comunista apoyó a una junta militar fervientemente anticomunista, cuyo principal objetivo era eliminar la subversión de izquierda? La explicación más obvia -señala el artículo de McKeague- es que ambos gobiernos violaban los derechos humanos de sus ciudadanos y, por ende, buscaban protegerse a sí mismos de las críticas y resistir cualquier expansión de los mecanismos de aplicación de la ONU".
(...)
De allí se explicará, hasta 1982 inclusive, el por qué el gobierno liberal y militar del proceso le venderá trigo a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). En política, señores, nada queda librado al azar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario