domingo, 9 de noviembre de 2008

UN 20 DE NOVIEMBRE SALIAN A LA LUZ LOS PROTOCOLOS DE LOS SABIOS DE SION

Vieja fotografía del frente del Stadt-Casino de Basilea, en Suiza, donde se aprecia una inmensa inscripción auspiciando el Congreso Sionista que se celebró a fines del siglo XIX. Como puede alcanzar a leerse en el epígrafe original, allí tuvieron lugar seis de los primeros siete congresos sionistas. Desde 1897 hasta 1905, únicamente se celebró un congreso sionista fuera de Basilea cuando se organizó uno, el cuarto, en Londres en el año 1900.

Está por cumplirse un nuevo aniversario, el próximo día 20 de noviembre, de la aparición del primer libro impreso conteniendo los "Protocolos de los Sabios de Sión", obra que todavía en la actualidad no deja de ser consultado, a pesar de su origen poco esclarecido o difuso.

El 20 de noviembre de 1905, decíamos, se publica el primer ejemplar de los "Protocolos", que aparece en las cercanías de San Petersburgo, Rusia, el cual "incluía todas las "actas" de las 24 sesiones secretas realizadas en el marco de un Congreso Sionista reunido en Basilea, en 1896", según afirma una nota aparecida exactamente cien años después de editado los "Protocolos" en el periódico "La Nación". La autora de dicha nota, Luisa Corradini, incurre, en este párrafo, a instalar un margen de duda respecto de la existencia real del Congreso Sionista realizado en la ciudad de Basilea en 1897, no en 1896 como afirma la periodista. De hecho, tal congreso existió, de ello no caben dudas.

En un folleto turístico de Basilea, que al momento de escribir estas líneas tenemos delante de nuestras narices, que data de comienzos de los años 80, hay una suerte de carta de bienvenida del doctor Kurt Jenny, destinada a los visitantes de esa hermosa ciudad suiza. Jenny por entonces era algo así como el 'Presidente de la Gobernación' de Basilea, cargo que sería similar al de alcalde o intendente. En esa carta de presentación que, repetimos, está inserta en el folleto en cuestión, dice en inglés uno de sus párrafos: "Basel, together with the highly esteemed Jewish Community, welcomed the first and subsequent Zionist Congresses with open arms. As a result, the name of our city is irrevocably linked to the history of the State of Israel" (Traducido: "Basilea, junto con la Comunidad Judía altamente estimada, recibió al primero y sus subsiguientes Congresos Sionistas con los brazos abiertos. Como resultado, el nombre de nuestra ciudad está irrevocablemente ligado a la historia del Estado de Israel"). Esto expresaba el doctor Kurt Jenny, quien aparece figurando en el folleto turístico como "Executive Councillior". El dirigente Jenny fue alcalde de Basilea entre mayo de 1983 y mayo de 1984 por segunda vez en su historia. Falleció en 2004.

Queda expresado que el Primer Congreso Sionista de Basilea se celebró los días 29, 30 y 31 de agosto de 1897 y sesionó en el Hall de Conciertos del Stadt-Casino, un lujosísimo hotel que hasta el día de hoy existe. Por lo tanto, como vemos, el congreso celebrado por el sionismo no es mito.

Lo que puede generar cierta confusión es llegar a saber, con un grado superlativo de certeza, quién redactó en efecto las actas contenidas en los "Protocolos de los Sabios de Sion". Porque, de acuerdo a lo que comúnmente puede suponerse, las actas salieron de ese Primer Congreso Sionista de Basilea de 1897, y por ende, no sería errado suponer que el fundador del movimiento racial del sionismo, Theodor Herzl, haya sido el que les dio cuerpo y vida en algún sentido. Menos sustentable parece ser la idea de que un "Gran Sabio" haya esbozado tales principios. La nota periodística de Luisa Corradini del 20 de noviembre de 2005, dice así en un párrafo: "Durante ese cónclave [Congreso Sionista de Basilea de 1897] a puertas cerradas, un supuesto Sabio de Sion había expuesto a los jefes del pueblo judío un plan para destruir la civilización cristiana y las monarquías a fin de convertirse en "dueños del universo"". Difícil resulta verificar si Theodor Herzl pudo tomar el título de "Gran Sabio", aunque sabemos que a él le rinden pleitesía no solamente los judíos sionistas sino los hebreos en general.

Famosa imagen que muestra a Theodor Herzl apoyado en los balcones del hotel "Drei Könige" de Basilea, circa 1897.

Como se habrá podido notar, no nos molestamos en tener en cuenta la otra versión, la oficial, de que los "Protocolos de los Sabios de Sión" son el resultado de una invención del Ministerio del Interior de la Rusia zarista de Nicolás II, o bien, de los servicios de Inteligencia del mismo régimen. Porque resulta inobjetable saber que de las jornadas surgidas del Primer Congreso Sionista de 1897, se dio comienzo a la expansión del sionismo como doctrina racista, al igual que el puntapié inicial para crear un espacio físico donde instalar al pueblo hebreo. Con asombrosa sorpresa, el libro de existencia real llamado "Der Judenstaat" ("El Estado Judío"), redactado por Theodor Herzl, se anticipa un año a los planes elucubrados en el congreso de Basilea, puesto que su obra fue editada en 1896. Y no mencionamos lo que allí hay escrito: el capítulo dedicado a la esperanza del sionismo de instalarse en la Argentina. Sí, no obviamos que la difusión del contenido de las actas fue por obra y gracia de los rusos, pero la materia prima, es decir, el contenido propiamente dicho emana de los mismos sionistas.


LOS "PROTOCOLOS DE LOS SABIOS DE SION" EN EL MUSEO BRITANICO

Aunque el eminente escritor argentino Leopoldo Lugones desestimó la veracidad del contenido de las actas de los "Protocolos de los Sabios de Sión", puesto que afirmó que "basta, en efecto, un mediano criterio... para comprender que se trata de un panfleto tan maligno como imbécil", sin embargo, la obra en cuestión no fue desdeñada para formar parte de la Biblioteca del afamado Museo Británico de Londres ("The British Museum"). ¿O deberíamos apuntar en la decadente reputación de semejante museo el que hayan incluído una obra calificada de "panfleto"?

Se estima que un total de 43 ediciones distintas de los "Protocolos de los Sabios de Sión" descansan en los archivos del Museo Británico inglés. Por lo menos se sabe que el primer ejemplar de los "Protocolos" llegó a la biblioteca en 1906, o sea, once años después de su primera aparición pública. Un inigualable documento probatorio de que la obra nombrada yace en la institución londinense, puede verse en el libro "Masonería. Historia de los Hermanos Tres Puntos", de Alberto J. Triana (Padre Atilio Röttjer), segunda edición de 1958, página 228. Allí hay un fascímil de una carta que el entonces bibliotecario R. J. Sharp le manda al Pastor D. L. Münchmayer en 1922 (aparece algo borroso el año). Está traducido en español; el original, en inglés, está en otra imagen fascimilar que se encuentra del lado izquierdo de la página 228 del libro. La versión en español se alcanza a leer, y dice así:


"DEPARTAMENTO DE LIBRERIA

MUSEO BRITANICO

LONDRES W. C. I

(ininteligible) 922


Señor
Pastor D. L. Münchmayer
Oldenburgo

Estimado señor:

En contestación a su pregunta que llegó a mi poder ayer, me es grato comunicarle que los "Protocolos de Sión" del profesor Nilus se encuentran en esta biblioteca. Datan de 1905 y nosotros hemos adquirido una copia en 1906. Dos traducciones están en esta biblioteca. El original está en ruso. Probablemente está agotada la edición y probablemente será difícil conseguir una copia. Se han hecho muchas contemplaciones sobre este libro en aquel tiempo en los diario ingleses.

Su atto.

K (o "R") J. SHARP
Bibliotecario".

Volviendo a la nota publicada en "La Nación" el 20 de noviembre de 2005 por Luisa Corradini, se lee en una parte que en 1920 "precisamente, los Protocolos fueron legitimados por el diario que estaba considerado como el más serio del mundo: el 8 de mayo de 1920, "The Times" de Londres publicó un editorial titulado "El peligro judío, un panfleto inquietante. Hay que investigar"". Después sigue diciendo la periodista Corradini que el propio diario inglés "descubrió" la falsificación de los "Protocolos de los Sabios de Sion" un año más tarde cuando, a través de su corresponsal en Estambul, Philip Perceval Graves, reprodujo la confesión de un ruso blanco de nombre Mikhail Raslovlev que viviendo allí dijo a Graves que los "Protocolos" son una copia burda del explosivo panfleto escrito en 1864 por Maurice Joly, y que se denominaba "Diálogo en los infiernos entre Maquiavelo y Montesquieu".

Portada de una edición que sacó la entidad al servicio del sionismo, la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) a través de Benjamín W. Segel, y que tiene un prólogo de Leopoldo Lugones. Como vemos, y es de fácil suposición, intentó desmitificar el contenido de los "Protocolos de los Sabios de Sión". Recordemos que Lugones fue masón, aunque casi en el ocaso de su vida renunciaría a la Orden por un desfalco económico que descubrió dentro de la internacional.

La nota del matutino "The Times" del 8 de mayo de 1920 ( "A Disturbing Pamphlet: A Call for Enquiry", en inglés) resumía de este modo los "Protocolos" según la versión de los "Protocolos de los Sabios de Sión" de la editorial Nuevo Orden de julio de 1984, páginas 144 y 145:

"Primero.- Existen y han existido desde hace muchos siglos organizaciones secretas y políticas de los judíos.

Segundo.- El espíritu de esta organización está fundado en un odio tradicional y eterno a la cristiandad y una ambición titánica de dominar el mundo.

Tercero.- El objeto perseguido, a través de los siglos, es la destrucción de los Estados nacionales y la sustitución de estos Estados por una dominación judía internacional.

Cuarto.- El método empleado para debilitar y destruir las agrupaciones políticas existentes consiste en inocularles ideas políticas disolventes de una potencia de destrucción cuidadosamente dosificada y progresiva, que va del liberalismo al radicalismo, del socialismo al comunismo, llegando hasta la anarquía, como una reductio ad absurdum de los principios igualitarios. Durante este tiempo, los judíos permanecerán al abrigo de estas doctrinas corrosivas, "nosotros predicamos el liberalismo a los gentiles, pero, por otra parte, mantenemos nuestra nación bajo un dominio absoluto". Del fondo del abismo de anarquía donde el mundo se habrá precipitado y como respuesta a las lamentaciones de la humanidad enloquecida, sólo obtendrá la lógica fría, sabia e intratable de un Gobierno del "rey de la raza de David" que aparecerá a su tiempo.

Quinto.- Los dogmas políticos establecidos y desarrollados por la Europa cristiana, la ciencia del hombre de Estado y del político demócrata, se encuentran al mismo nivel respecto al desprecio que de ellos hacen los Sabios de Sión. Para ellos la ciencia del hombre de Estado es un arte secreto de un orden superior, que no se adquiere más que por un entrenamiento tradicional y que sólo se comunica a un reducido número de elegidos en el secreto de algún santuario oculto. "Los problemas políticos no son de naturaleza como para ponerlos al alcance del vulgo; los únicos que pueden comprenderlos son, como ya lo hemos dicho, los jefes que han dirigido los asuntos durante varios siglos."

Sexto.- Según esta concepción del arte político, las masas son como rebaños, y los políticos que dirigen a los gentiles, "advenedizos salidos de la revuelta, incompetentes y ciegos", son como muñecos cuyos hilos están manejados por las manos ocultas de los Sabios de Sión; estos muñecos son, por lo general, gentes corrompidas y casi siempre incapaces, que ceden fácilmente a los halagos o a las amenazas y se someten por miedo al chantage (sic) y trabajan en beneficio de la dominación judía sin darse la menor cuenta de ello.

La Prensa, el teatro, la Bolsa, la ciencia, las leyes mismas, se encuentran también en las manos de los que acaparan el oro; disponen de medios para que se produzca una confusión, un caos en la opinión pública, la desmoralización de las juventudes, el estímulo del vicio en los adultos, y, en caso necesario, sabrán hacer prosperar entre los gentiles, en vez de las aspiraciones idealistas de la civilización cristiana, la codicia del dinero y el cínico apetito del placer".

Ahad Ha'am, más conocido como Asher Zvi Ginsberg, fue un dirigente sionista que colaboró desde el comienzo con Theodor Herzl. Ginsberg fue más recurrente en cuanto a que era necesario reforzar los vínculos israelitas en el mundo dándole mayor importancia a la cultura hebrea en la diáspora. Fue, sin lugar a dudas, uno de los mejores ejecutantes de lo que sugieren los "Protocolos de los Sabios de Sión". Sobre su figura, dice la última obra que citamos anteriormente:

"(A diferencia de Herzl) Asher Ginzberg se propuso dar nueva forma a las Organizaciones y aprovechar el fanatismo de las masas. Unióse para ello a los "Amigos de Sión", cuyos jefes eran, según se ha dicho, Leo Pinsker y Moise Lilienblum, y con ellos asistió a la célebre conferencia de Kattowitz (*). Hombre de gran talento, impulsivo, no tardó Ginzberg en separarse, combatiendo el plan Pinsker, que propugnaba enviar a los judíos rusos a Palestina. Sostenía, por el contrario, que los judíos debían primeramente convertirse en nacionalistas conscientes y combatientes. La defensa de estas ideas motivó su separación del grupo "Amigos de Sión", y, con un grupo de jóvenes que le siguieron, formó una sociedad secreta que denominó "Los Hijos de Moisés" (B'nai Moshe) en 1889. Celebraban sus reuniones en casa de Ginzberg (calle Yanakaya), en Odesa (actual Ucrania). Entre sus adeptos figuraban Ben Abigdor, Zalma Epstein, Louis Epstein y Jacob Eisenstaat. Ginzberg leía e inculcaba a este pequeño grupo de su mando las ideas desarrolladas en lo que hoy conocemos con el nombre de Protocolos. El nacionalismo está expuesto en ellos de una manera clara y concisa, según apreciará el lector, contrastando mucho su estilo con el confuso y pretensioso del Talmud.

Los Protocolos han sido muy combatidos, pero nadie ha conseguido desnaturalizarlos ni disminuir su interés, y mucho menos lo lograrán en los momentos actuales, cuando con tan extraordinaria seguridad siguen los acontecimientos el plan que deja trazado.

Los judíos, en este último siglo, han hecho rápidos progresos en el arte de la política, tanto en la teoría como en la práctica. Mientras la humanidad los creía perfectamente inofensivos, la gran organización del Kahal avanzaba, tratando de arrollar todo lo que a su paso ofreciera resistencia. Precisamente esta marcha progresiva es la que Ginzberg describe en sus 24 Protocolos, que resumen el pensamiento judío desde Rabbi Akiba y Maimónides hasta Karl Marx y Engels. Cada uno de los párrafos de los Protocolos hace desfilar por la imaginación del lector una sucesión de hechos recientísimos que parecen comprobados".


Y finalmente prosigue: "Ginzberg no era un visionario, como algunos han creído; escribió siempre seguro de lo que hacía, como lo demuestra el movimiento revolucionario ruso, tan minuciosamente preparado, que su triunfo final no ofreció duda ninguna".


(*) La conferencia de Kattowitz (Polonia) tuvo lugar en el año 1884 y fue dada por Theodor Herzl. En ella auspiciaba los pogroms que se debían organizar contra los judíos en Polonia y en Rusia. En una parte de su alocución, decía Herzl, el fundador del movimiento sionista mundial: "...esas crisis de antisemitismo tienen siempre por efecto el reunir con más facilidad en el redil... a los corderos". Con evidente similitud, la Novena Sesión del Acta N°9 de los "Protocolos de los Sabios de Sión" dice:

(...)

"En la actualidad, si algunos Gobiernos se resuelven o protestan contra nosotros, no lo hacen más que por pura fórmula, los toleramos porque para ello tienen nuestro consentimiento, porque nosotros tenemos necesidad absoluta de que el antisemitismo se desborde de cuando en cuando, porque de esta manera nos es mucho más fácil gobernar y mantener la cohesión de nuestros hermanos de clase inferior: y no creo necesario tratar más de este asunto porque ya ha sido objeto de innumerables discusiones".

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